Braun justifica el cierre de la planta de Barcelona por no poder 'resistir los costes'
La dirección de Braun justificó ayer la decisión de cerrar la factoría española de Esplugues (Barcelona) en 2008 'porque no podría resistir las constante presión sobre los costes' que experimenta el sector de electrodomésticos a nivel mundial.
Braun reafirmó ayer su decisión 'irrevocable' de cerrar a finales de 2008 la planta de Esplugues de Llobregat (Barcelona) dedicada a la fabricación de batidoras y planchas de vapor. Así lo comunicaron los representantes de la empresa a los dirigentes sindicales en una reunión mantenida ayer en la factoría de Esplugues.
Los representantes de la empresa señalaron que 'cualquier futura optimización en la eficiencia o reducción de costes' resultará 'insuficiente para resistir' la tendencia del mercado 'en continuo cambio, y las siempre crecientes presiones sobre los costes', según la nota.
Las últimas inversiones conocidas de Braun en la factoría se realizaron en 2004, cuando destinó 7,6 millones en modernizar las líneas de producción y en preparar el lanzamiento de nuevos productos para 2005 y 2006. Los directivos de Braun explicaron en un informe de más de 100 páginas la decisión del cierre, por razones económicas y para mejorar el nivel de beneficios, aseguraron fuentes sindicales.
Un comunicado repartido ayer en la reunión que mantuvo la dirección con los representantes sindicales aseguró que el cierre de la fábrica 'no tiene nada que ver con los empleados del centro, que siempre han demostrado altos y consistentes estándares de calidad'. La nota afirmó que el abandono de la producción se realizará de forma escalonada en dos años.
La empresa informó también de que la producción de batidoras que actualmente se fabrican en Esplugues y de la que es líder mundial, podría desplazarse, tras el cierre en 2008, a China, y la de planchas de vapor a algún país del Este.
Los sindicatos anunciaron que analizarán la documentación aportada. Sus dirigentes rechazaron ayer de nuevo el cierre y se mostraron dispuestos a dialogar 'de lo que sea, menos de cerrar la fábrica', que da empleo a unas 700 personas de forma directa y a unas 2.000 indirectamente.
El consejero de Industria de la Generalitat catalana, Jordi Valls, se reunirá en la mañana de hoy con el comité de empresa de Braun y por la tarde con los miembros de la dirección. Valls reconoció en unas declaraciones a la emisora Rac 1 el diferencial de coste laboral con los países asiáticos al asegurar que 'entendemos que los sueldos de este país no son competitivos con los de China', el mercado donde seguramente la multinacional norteamericana trasladará parte de la producción. Valls reiteró que no da 'por hecha una deslocalización sencillamente porque se ha mandado una nota a los medios'. El consejero expresó su voluntad de 'apostar por empresas de más valor añadido'. Valls repitió el mensaje de los últimos días de que 'haremos todo lo posible para convencer' al grupo de que reconsidere su postura. 'Pondremos recursos públicos para salvar Braun, para los trabajadores, que eso no se deslocaliza', aseguró Valls.