Los beneficios empresariales impulsan la recaudación fiscal
Los altos beneficios empresariales están impulsando la recaudación fiscal. En el primer cuatrimestre del año los ingresos de Hacienda por el impuesto de sociedades han crecido un espectacular 22,5% respecto al mismo periodo de 2005, hasta alcanzar los 6.625 millones de euros.
Este crecimiento se deriva del pago adelantado (retenciones) que ha recibido Hacienda en abril de las empresas. Aunque se esperaba una buena cifra, lo cierto es que los ingresos han sorprendido hasta a los mismos ejecutores del presupuesto, ya que se trata de un incremento muy elevado que se suma a los aumentos de dos dígitos ya cosechados a lo largo de todo el año 2005.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, mostró ayer su satisfacción también por la evolución del resto de impuestos. En el caso del IRPF, el otro gran impuesto directo, la recaudación está creciendo al 11,1% (a un 10%, las retenciones salariales). A ello se suma el buen comportamiento del IVA, ligado al consumo, con un aumento del 13,1%. En total, los ingresos tributarios están creciendo a una velocidad de crucero del 13,3% y los no financieros (incluyen los tributarios y otros derivados de ventas patrimoniales y transferencias), lo están haciendo al 11,1%, por encima del crecimiento nominal de la economía.
Superávit del 1,9% del PIB
Este buen comportamiento de los ingresos, unido al de los gastos (caen un 1%) permiten que el Estado central haya registrado hasta abril un superávit presupuestario de 17.896 millones de euros, equivalente al 1,86% del PIB. Este superávit en términos de contabilidad nacional (criterio homogéneo utilizado por Eurostat) mejora un 44% el existente en abril del año pasado.
A pesar de los buenos datos, Ocaña se afanó ayer en no lanzar las campanas al vuelo. Primero porque, en su opinión, hay efectos estacionales a tener en cuenta, que provocan que tales resultados positivos 'no sean tan abultados' como se pudiera pensar en un principio. Entre ellos figura un calendario de pagos del Estado muy concentrado en los últimos meses del año (pago de intereses de la deuda y compromisos de inversiones en infraestructuras).
En segundo lugar, porque siempre surgen gastos imprevistos extraordinarios a tener en cuenta. Uno de ellos es el que se está produciendo ya, en un entorno de subidas de tipos de interés, que afectan al pago de la deuda pública.
El tabaco cede
Además, hay componentes de la recaudación fiscal que no evolucionan bien. Uno de ellos es la recaudación por tabaco. En el primer cuatrimestre ha caído un 5,7%, después de las subidas de impuestos aprobadas por Hacienda y la guerra mantenida en los primeros meses por las tabaqueras (modificaron los precios finales en busca de potenciales clientes). En abril, la caída de la recaudación tributaria por labores de tabaco ha sido del 31,6%.
'De momento, esperaremos a ver si se ajusta el mercado', dijo Ocaña, en referencia a posibles cambios en los próximos meses en el gravamen del tabaco.
El adelanto de la reforma costará 2.000 millones
Otras de las sombras que se ciernen sobre la marcha de la recaudación es el efecto de la reforma fiscal. El Gobierno había calculado entre 4.000 y 4.500 millones de euros el coste para la Hacienda de las rebajas de impuestos en IRPF y sociedades.Este coste iba a ser repartido en varios ejercicios (cinco años), teniendo en cuenta la gradualidad de la reforma del impuesto de sociedades. Sin embargo, la necesidad de encontrar apoyos parlamentarios a los citados proyectos de ley ha llevado al Gobierno a aceptar una aceleración de la reforma de sociedades. En el caso de las pymes, la rebaja del tipo de gravamen (del 30% al 25%) se producirá ya en 2007. En el caso de las grandes empresas, en dos o tres años.Además, se contempla ahora el mantenimiento de deducciones en sociedades, como la destinada a reinversión de plusvalías en actividades productivas.Todo ello provoca que la reforma tributaria vaya a costar más de lo previsto.Los números finales no los tiene aún calculados el Gobierno (depende de cuándo se aplicará la rebaja para las grandes empresas, en dos o tres años). Con todo, el secretario de Estado de Hacienda reconoció ayer que será bastante más. Para 2007, Hacienda prevé gastar al menos 2.000 millones más de lo estimado, de los que 1.300 millones corresponden a la rebaja de pymes de un sólo golpe. Precisamente el coste de la factura fiscal es el principal argumento esgrimido ayer por Ocaña para no efectuar nuevas previsiones macroeconómicas.'Confiamos en que el Estado central registre este año un ligero superávit fiscal, como estaba previsto, pero aún es pronto para manejar cifras concretas. Habrá que esperar, al menos al verano para concretarlas', comentó.