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Economía

La rebaja del impuesto de sociedades se adelantará dos años

El Ministerio de Economía prevé un horizonte máximo de tres años para aplicar a las grandes empresas la rebaja al 30% del tipo general del Impuesto de Sociedades, según anunció ayer en el Congreso el vicepresidente Pedro Solbes.

El titular de Economía no descartó, incluso, que esta reducción del impuesto pueda aplicarse antes, bien durante el año que viene o en 2008. La decisión dependerá de la evolución de los ingresos fiscales en el presente ejercicio. En todo caso, queda sin efecto el horizonte de cinco años que el Ministerio había previsto para la rebaja gradual del impuesto de sociedades y que ha sido incorporado al proyecto de ley que ayer se debatió en el Congreso en el trámite de enmiendas a la totalidad.

La presión fundamental para acortar el plazo de aplicación de la rebaja fiscal a las empresas ha procedido de Convergencia i Unió. Su portavoz económico, Josep Sánchez Llibre, mantuvo desde la tribuna de oradores que Hacienda dispone de margen suficiente, a la vista del excelente comportamiento de los ingresos tributarios, para afrontar la prevista reducción de los tipos en 2007, algo a lo que Economía ya se ha comprometido en firme para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Solbes calculó ayer que la rebaja del tipo de Sociedades al 25% para las pymes a partir de enero de 2007 tendrá un coste para las arcas de Hacienda de 1.200 millones de euros. Este coste se pensaba asumir a lo largo de cinco años, pero tendrá que ser encajado de golpe en los Presupuestos del Estado para el año que viene.

En total, la reforma fiscal que ayer se abrió paso en el Congreso tras la derrota de las cuatro enmiendas de totalidad presentadas, tendrá un coste inicial de 4.000 millones de euros. De ellos, Economía prevé recuperar alrededor de 500 mediante la supresión de deducciones fiscales.

Los plazos definitivos de la rebaja fiscal están condicionados por la evolución de los ingresos en 2006

El vicepresidente económico dejó claro ayer que la reforma del impuesto de sociedades que ahora se tramita no agota la necesidad de unos cambios 'más profundos a medio plazo' en esta figura impositiva. Estos derivarán de la incorporación de las normas internacionales de contabilidad, lo que hará inevitable adaptar la base imponible del Impuesto.

En términos generales, la parte de la reforma fiscal que más afecta a las empresas persigue mejorar su competitividad, simplificar la estructura del impuesto de sociedades y conseguir una mayor generalidad en su aplicación. Además de la reducción del tipo general del Impuesto, se rebaja progresivamente en cinco puntos porcentuales el tipo de gravamen de las entidades dedicadas a la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos, hasta situarse en el 35%, desde el 40% ahora vigente.

Con el fin de facilitar la adaptación de las empresas al cambio, se promoverá una eliminación progresiva de las bonificaciones y deducciones en la cuota, decisión para la que se mantiene, dijo ayer Solbes, el plazo inicialmente previsto de cinco años. Algunas de estas deducciones serán reconsideradas en la discusión de las enmiendas parciales al proyecto de ley.

Cuatro enmiendas derrotadas

Con la ayuda de Convergència i Unió, el PNV y Coalición Canaria, el PSOE consiguió ayer echar por tierra las cuatro enmiendas de totalidad a la reforma fiscal que defendieron en el pleno los representantes del PP, Esquerra Republicana, Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Gallego.El portavoz de Economía del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte, argumentó que la reforma no favorece la productividad, no rebaja la presión fiscal y perjudica de forma considerable a las rentas medias.Joan Puigcercós, en nombre de Esquerra Republicana, mostró su oposición al tratamiento fiscal que la reforma da a las rentas del capital, 'más favorable que las que reciben las rentas del trabajo en el IRPF'. También se dolió de que no se hayan incorporado mejoras para los trabajadores autónomos.El portavoz de IU, Joan Herrera, advirtió de que el proyecto 'consagra lo peor de las reformas del PP' y se lamentó de que el aplazamiento de los impuestos medioambientales vaya a suponer 'un divorcio con el Gobierno'.

El límite de las aportaciones a planes de pensiones, para el trámite parlamentario

Hacienda está elaborando las simulaciones correspondientes para evaluar el coste que tendría para el Estado el aumento de las aportaciones deducibles a planes de pensiones en el Impuesto sobre la Renta. Solbes ya se ha comprometido con CiU a elevar estos límites, ahora fijados en 8.000 euros para los menores de cincuenta años y en 10.000 para los que superen esta edad.La intención de los nacionalistas es elevar estas cantidades sujetas a deducción hasta los 12.000 y los 15.000 euros, respectivamente. Lo más probable, según fuentes parlamentarias, es que estas cantidades se queden finalmente en 10.000 y en 12.000 euros, aunque no están cerradas.CiU también recordó ayer a Solbes su petición de extender a todas las madres, con independencia de si trabajan o no, una mejora de las bonificaciones fiscales en el IRPF por hijo a cargo de 0 a 3 años.

CiU confía en obtener nuevas ayudas en el IRPF para las familias con hijos

Los nacionalistas catalanes retiraron ayer su enmienda a la totalidad de la reforma gracias a los compromisos alcanzados con el Gobierno y también a la permeabilidad que han observado en Pedro Solbes a la hora de encajar algunas concesiones más en el trámite parlamentario que resta por desarrollar. El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, consideró que tiene al alcance de la mano el compromiso del Ministerio de Economía para mejorar en la tramitación parlamentaria de este proyecto de ley las ayudas a la familia por el primer y segundo hijo.CiU subrayó ayer en el Congreso la importancia de las ayudas ya incorporadas al proyecto después de que el Gobierno aceptara que el mínimo deducible pase de 2.700 a 3.600 euros en el caso del tercer hijo y de 2.800 a 4.100 euros en el caso del cuarto descendiente.

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