La población activa se acelera
Los datos de la encuesta de población activa (EPA) de 2005 estuvieron afectados por los cambios introducidos en el primer trimestre del año: nueva proyección demográfica, como consecuencia del aumento de la inmigración, cambio de cuestionario y nueva forma de entrevista y renovación de la muestra para adaptarla a los resultados del censo de población de 2001.
Ahora bien, para corregir, al menos parcialmente, los efectos de los cambios en los resultados de la EPA y poder comparar los resultados de 2005 con los de años anteriores el INE elaboró una serie retroactiva para el periodo 1996-2005 con base en la nueva proyección demográfica y realizó una encuesta testigo en el primer trimestre de 2005 con el cuestionario y método de entrevista anterior a la reforma de la encuesta, que permitió reestimar los datos de empleo, actividad y paro corregidos de los cambios de cuestionario y entrevista.
Tras haber transcurrido un año desde la implantación de la reforma de la EPA de 2005, los datos del primer trimestre de 2006 son plenamente comparables con los del trimestre anterior (esto ya ocurría desde el segundo trimestre de 2005) y un año antes (algo que sólo ocurre desde este trimestre) y, por lo tanto, las tasas de variación que se obtienen, tanto intertrimestrales como interanuales, no están sesgadas por dicha reforma.
El paro, a pesar del aumento intertrimestral, cae en términos interanuales por el aumento de la población activa y el crecimiento del empleo
Según los datos publicados por el INE, en el primer trimestre de 2006 el aumento intertrimestral del empleo ascendió a 85.800 personas, el más elevado de todos los primeros trimestres del año de la serie que comienza en 1976, con las excepciones de 1998 y 2003 y otros tres años, 1999, 2000 y 2005, cuyos resultados están sesgados al alza por el afloramiento del empleo derivado de los cambios metodológicos que se introdujeron en esos años.
En concreto, en el primer trimestre de 2005 el aumento del empleo, que ascendió con los datos originales a 204.600 personas, se redujo a 72.600 si se corrigen del afloramiento del empleo estimado por la encuesta testigo como consecuencia del cambio del cuestionario y entrevista que se produjo en ese trimestre.
Por otra parte, como el empleo del primer trimestre de cada año está afectado desfavorablemente por factores estacionales, si se corrigen los datos desestacionalizándolos, el empleo habría crecido en el primer trimestre de 2006, en relación con el trimestre anterior, casi el doble que con los datos originales, 163.000. A ello había que añadir que la semana de Pascua que el año anterior se situó en marzo en éste se ha situado en abril.
Aun así, como el aumento intertrimestral en el primer trimestre de 2006 de la población activa, 180.400 con datos originales (217.600 con datos desestacionalizados), ha sido mayor que el del empleo, el paro ha aumentado en el trimestre en 94.500 personas en cifras originales (54.600 si se desestacionalizan), con lo que la tasa de paro se ha situado en el 9,1%, cuatro décimas más que en el cuarto trimestre de 2005 (sólo una décima más con datos desestacionalizados), pero todavía inferior al 10%, algo que venía produciéndose desde el segundo trimestre de 2005 pero que no ocurría desde 1979.
Si en vez de considerar las variaciones intertrimestrales se utilizan las interanuales, el aumento del empleo en el primer trimestre ascendió a 907.400 personas en cifras absolutas y al 4,9% en términos relativos, lo que supone un ritmo de crecimiento muy superior al del PIB (en torno al 3,5%).
Es cierto que esa tasa de variación interanual es inferior en siete décimas a la del cuarto trimestre de 2005 (el 5,6%). Sin embargo, esta comparación de las tasas de variación no es totalmente correcta, puesto que las de 2005 están sesgadas al alza por los cambios de la EPA y las del primer trimestre de 2006, como se ha señalado, no lo están. Por ello, si en lugar de comparar la tasa de variación interanual del primer trimestre de 2006 con la del cuarto trimestre de 2005 obtenida de la serie original de la encuesta se hace con la tasa de variación de ese trimestre que se estima a partir de la encuesta testigo, es decir, una vez corregidos los resultados originales del cambio cuestionario y entrevista (el 4,9%), dicha tasa se mantiene constante.
Por otra parte, la población activa crece, en tasa interanual, en el primer trimestre el 3,6%, tres décimas más que en el cuarto trimestre de 2005 con datos corregidos (una décima más si se compara con los datos originales). Como la población activa se acelera, lo que suele ocurrir en fases de fuerte incremento del empleo, como es el caso actual, y el empleo mantiene su tasa de crecimiento constante, si se utilizan en ambos casos los datos corregidos del trimestre precedente, el paro, a pesar del aumento intertrimestral, sigue disminuyendo en términos interanuales, aunque modera su tasa de descenso, desde el 11,1% en el cuarto trimestre de 2005 con datos corregidos (-14,7% con datos originales) hasta el 7,8% en el primer trimestre de 2006.
En resumen, de los datos del primer trimestre de la EPA se deduce el mantenimiento de un elevado incremento del empleo, pese a lo cual, y como consecuencia de un avance más intenso de la población activa, el paro crece en términos intertrimestrales y modera su ritmo de descenso en términos interanuales. La tasa de paro, aunque aumenta, en parte por motivos estacionales, permanece todavía por debajo del 10%.