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Cataluña

El futuro político de Maragall dependerá del referéndum

En el Partido Socialista de Cataluña se condiciona la repetición de Pasqual Maragall en el cartel electoral al resultado del referéndum de junio. Sólo un triunfo holgado del sí garantizaría su continuidad como candidato.

El cartel electoral del PSC se decidirá a partir del 19 de junio cuando la foto del referéndum sea clara. 'Un fracaso en el nivel de participación o un porcentaje de síes raspado abriría de inmediato el melón de la sucesión', afirma un destacado dirigente del PSC, convencido de que su partido apurará al máximo, en cualquier caso, la elección del candidato electoral.

La continuidad o no de Maragall es clave, puesto que de ella dependerán las futuras alianzas de gobierno. Si ésta se confirmara y triunfara el PSC, aumentarían las posibilidades de reeditar el tripartido, probablemente con otras caras y bajo bases distintas de las del pacto del Tinell. Si no fuera así, ganaría peso una alianza entre CiU y el PSC.

Salvo que se produjera un gran vuelco electoral, no previsible, tanto el PP como Iniciativa per Cataluña seguirían siendo partidos testimoniales tras las elecciones autonómicas previstas para noviembre.

Maragall oficializa la expulsión de ERC del tripartito y que habrá elecciones 'antes de acabar el año'

Estos son los principales escenarios que se barajan en los cuarteles generales de los principales partidos catalanes.

Recuperación del tripartito. Para ello se requeriría, además de la presencia de Maragall, una situación de equilibrio o un triunfo del PSC sobre CiU en las elecciones y una predisposición de ERC a reeditar esta fórmula de gobierno, que ya existe, pero que será más exigente en sus condiciones. El primer obstáculo a vencer sería la mala relación entre Maragall y el líder de ERC, Josep Lluís Carod, muy erosionada tras la expulsión de los republicanos del tripartito. La apuesta mayoritaria en el PSC sigue siendo por un gobierno de izquierdas, aunque la experiencia de los dos últimos años y medio haya dejado muchas cicatrices y, por tanto, división de opiniones.

Coalición CiU-PSC. Fuentes de los tres principales partidos catalanes la ven impensable bajo el protagonismo de Maragall. En cambio, sería posible bajo otro liderazgo en el PSC. Así, se opina en esta última formación política y en CiU, donde se cuenta con que ésta es la apuesta fundamental de un amplio sector del PSOE y también de Zapatero. Sería más viable con un triunfo claro de CiU y también el complemento más lógico de una tranquila colaboración parlamentaria entre el PSOE y los nacionalistas en Madrid.

Acuerdo entre CiU y ERC. Es el escenario menos previsible, pero también el más temido por los socialistas en Cataluña y en Madrid porque comportaría, posiblemente, una radicalización sin precedentes de la vida política. No encajaría en la lógica, puesto que a los republicanos les tocaría gestionar un Estatuto que rechazan, pero éstos han advertido que sus carencias pueden solventarse mediante una batería legislativa que requeriría de la complicidad del Gobierno central. Se trata de una solución que no incomodaría ni a las bases de CiU ni a las de Esquerra, estas últimas decisivas en la toma de decisión.

Gobierno en minoría. El líder de CiU, Artur Mas, no descarta esta solución si obtiene una mayoría holgada y encuentra serias reticencias en el PSC o en ERC para compartir la nueva legislatura. Jordi Pujol gobernó durante varias legislaturas en minoría.

Peligra el apoyo de ERC al Presupuesto

En el Grupo Socialista se tiene asumido que la expulsión de ERC del tripartito catalán marcará un antes y un después en la colaboración parlamentaria que se mantiene desde el inicio de la legislatura con los republicanos y, en concreto, dificultará su respaldo a los Presupuestos Generales del Estado de 2007. En el debate del año pasado, la sintonía de todos los grupos parlamentarios con el Gobierno en la votación final de los Presupuestos dejó aislado al Partido Popular.No obstante, fuentes socialistas minimizan el impacto de este previsible distanciamiento de ERC. 'No se percibirán grandes cambios porque seguiremos negociando como hasta ahora, ley a ley, y, además, disponemos de una mayor complicidad con Conver?ència i Unió y el Partido Nacionalista Vasco', afirma un diputado socialista.Es evidente que las reservas de ERC a continuar apoyando al Gobierno no harían sino aumentar la influencia de CiU en el Congreso, de ahí que haya un sector de la formación republicana que apueste por no deteriorar en exceso la relación con el PSOE.

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