La Ley de Capitalidad para Madrid pasa al Senado
El Pleno del Congreso aprobó ayer el proyecto de Ley de Capitalidad y Régimen Especial de Madrid, que reconocerá las especiales características de la ciudad como capital del Estado aunque sin incluir un régimen de financiación específico como pretendía en un primer momento el alcalde, Alberto Ruiz Gallardón. Las cuestiones financieras se abordarán conjuntamente con el resto de municipios en la próxima reforma de la ley de financiación local.
El proyecto de Ley de Capitalidad, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 23 de diciembre, será tramitado en el Senado, antes de regresar a la Cámara Baja para su ratificación definitiva. La norma, prevista desde hace 23 años en el Estatuto de Autonomía de la Comunidad, trata en su título I el régimen de capitalidad desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, relacionada con acontecimientos que se celebren en Madrid y afecta a la coordinación y celebración de actos oficiales de carácter estatal.
El texto permite también la creación de la Comisión Interadministrativa de Capitalidad, un órgano de cooperación en el que participarán la Administración del Estado, la Comunidad de Madrid y el propio Ayuntamiento, y cuyo Reglamento deberá ser aprobado por unanimidad de sus miembros en un plazo de seis meses desde la entrada en vigor de la Ley.
El título II, sobre la administración municipal, regula el funcionamiento y atribuciones de los órganos de Gobierno del Ayuntamiento, permitiendo que personas que no hayan ido en las listas electorales puedan ejercer de concejales. El portavoz de IU-ICV Ángel Pérez, reiteró con ironía que 'la ley aclara que quien manda en Madrid es el alcalde', en referencia a la asunción de más competencias por parte del primer edil que otorga el texto.
El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, dijo en la intervención que abrió el debate, que se trata de 'una iniciativa necesaria para dar solución con una gestión diferenciada a problemas que afectan a una gran ciudad como Madrid', y 'no por una cuestión de privilegio o diferenciación'.