Un proveedor de sellos de Afinsa guardaba 10 millones de euros en metálico en su casa
Los 10 millones de euros que la policia encontró ayer en uno de los numerosos registros llevados a cabo durante la operación contra una presunta estafa multimillonaria de fondos filatélicos pertenecen a Fernando Guijarro Lázaro, un proveedor de sellos de Afinsa, que fue detenido ayer. El dinero se halló en su vivienda, situada en la urbanización madrileña de La Moraleja, según fuentes de la investigación.
La Audiencia Nacional ha aclarado hoy que Guijarro no es directivo de Afinsa, sino que operaba como proveedor de sellos para la entidad. Previamente, fuentes de Afinsa habían señalado que Guijarro "no es empleado, ni directivo, ni consejero" de la empresa.
El dinero encontrado en su casa estaba escondido en dos zulos que habían sido construidos en la vivienda registrada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Al parecer, el registro en la vivienda de Guijarro estaba a punto de concluir cuando los agentes detectaron olor a escayola húmeda, lo que les llevó a descubrir un tabique de este material recién levantado. Cuando lo derribaron, se encontraron con un habitáculo donde había 10 millones de euros en billetes de 500.
Las fuentes de la investigación consultadas han destacado lo abultado del monto de dinero, una de las aprehensiones en metálico mayores de la historia, superiores a las incautadas en las últimas grandes operaciones contra el crimen organizado o la especulación inmobiliaria.
Estafa multimillonaria
La policía detuvo ayer a nueve personas y llevó a cabo 21 registros en una operación contra las sociedades de inversión Fórum Filatélico y Afinsa Bienes Tangibles, por una presunta estafa multimillonaria y a gran escala que afecta a unos 350.000 pequeños ahorradores, que invirtieron entre 300 y 400 euros en sellos con la promesa de obtener un 6% de interés en un año.
El Gobierno ha advertido de que no tolerará "ni un atisbo de corrupción", mientras Fórum ha negado "todas las acusaciones" y Afinsa también ha asegurado que no está implicada en ninguna trama ilegal. Ambas sociedades llevan trabajando en España más de 25 años y tienen entre las dos más de 2.000 trabajadores y 1.000 agentes y decenas de oficinas.
Los supuestos estafadores engañaron a miles de personas para que invirtieran entre 300 y 400 euros cada uno en sellos, prometiéndoles que, gracias a su revalorización, podrían obtener un 6% de interés en un año, según ha podido saber ELPAIS.es.
La operación, bautizada Atrio y ordenada por los juzgados 1 y 5 de la Audiencia Nacional, responden a una querella presentada el 24 de abril por la Fiscalía Anticorrupción -tras una denuncia previa de la Agencia Estatal de Administración Tributaria- que aprecia presuntos delitos contra la Hacienda, blanqueo de capitales, insolvencia punible, administración desleal y falsedad documental. La presunta estafa se desarrolló entre 1998 y 2001 y fue investigada por cien funcionarios la Agencia Tributaria desde otoño de 2003.