Zapatero vincula las elecciones en Cataluña al resultado del referéndum
Que decidan los catalanes. Esta es la receta que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer en la ejecutiva de su partido para afrontar la crisis en que el no de ERC al Estatuto ha sumido al tripartito catalán.
La ejecutiva federal del PSOE analizó ayer la situación creada en Cataluña por esta posición inesperada de Esquerra ante el referéndum de junio y llegó a la conclusión de que la 'prioridad absoluta' es en estos momentos superar con éxito dicha consulta y, después, ya se verá. Salvo que en el referéndum se obtenga una alta participación y un abultado número de síes, las elecciones anticipadas al otoño estarán servidas. Esta es la impresión más extendida en las filas del socialismo catalán y de la dirección del PSOE, donde no se descarta, sin embargo, algún golpe de efecto a los que acostumbra el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.
Mañana está prevista en el Senado la votación final del Estatuto catalán, en la que podrían producirse sorpresas debido a lo ajustado de la aritmética parlamentaria. El PSOE da por sentado que los senadores de ERC se abstendrán, actitud que sería suficiente para que prosperara el Estatuto siempre que no se produjeran ausencias entre las formaciones que lo apoyan. En el supuesto, no previsto, de que el Estatuto saliera derrotado, siempre prevalecería el sí del Congreso, aunque posibles impugnaciones obligarían a retrasar el referéndum. 'No tenemos ninguna duda de que el Estatuto se aprobará el miércoles en el Senado', señaló ayer el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, para quien no es momento de pensar en elecciones anticipadas, sino en trabajar a favor del 'sí' en la consulta de junio.
Con ERC a la contra aumenta, como es lógico, la incertidumbre sobre el resultado de la consulta. El temor a que ésta sea aprovechada por los catalanes para castigar la gestión del Gobierno tripartito no es descartada por ninguna formación. Blanco advirtió ayer que en el referéndum 'no se vota la continuidad o no del Gobierno, sino el Estatuto. No se pueden confundir los términos', abundó.
La cúpula del PSOE es consciente de que un revés en esta consulta no sólo abocaría a Maragall a anticipar las elecciones, un escenario que casi se da por descontado, sino que significaría también un serio contratiempo para Zapatero, pues es junto a Maragall el que más se ha involucrado personalmente desde el principio en el éxito de este proyecto.
La crisis del Gobierno catalán a sólo unas semanas de su remodelación, un paso que ha estrechado el margen de maniobra de Maragall, ha modificado los planes que había en La Moncloa para empezar a bombear con decisión las leyes más sociales del Gobierno. Cataluña, en contra del deseo de Zapatero, no dejará de condicionar la actualidad política por mucho protagonismo que adquiera el debate sobre el Estatuto andaluz, a punto de ser debatido también en el Congreso. También cambia, pues, el guión que Zapatero y sus ministros tenían pensado para el debate de la nación previsto para los días 30 y 31 de este mes.
La relación con ERC en el Congreso también puede variar aunque el Gobierno tenga que seguir negociando con los republicanos cada proyecto de ley de forma puntual. De ahí la malla de protección tejida con CiU.
En el PSOE se confía en que esta crisis quede parcialmente eclipsada por el proceso vasco de paz, cuya ruta terminará de despejar Zapatero el domingo 21 en Baracaldo, durante la Fiesta de la Rosa.
Maragall no descarta la salida de ERC
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, avanzó ayer que si llega a la conclusión de que la continuidad de ERC en el Gobierno tripartito perjudica aunque que sea 'mínimamente' la aprobación del nuevo Estatuto, tomará de 'inmediato' medidas.Por otra parte, el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, confirmó en Barcelona que los socialistas catalanes no tomarán ninguna decisión sobre el futuro del tripartito hasta después del referéndum del Estatuto, informa Europa Press. Montilla, que participó en la reunión extraordinaria convocada por la ejecutiva del PSC para analizar la crisis, avanzó que después de la consulta de junio se abrirá una 'reflexión global y en profundidad', decisión que deja abiertas todas las puertas.No obstante, el ministro admitió que la decisión de ERC de apostar por el 'no' en el referéndum establece un 'antes y un después' en las relaciones entre ambos partidos que deja también en el aire las posibles alianzas tras las próximas elecciones autonómicas catalanas.