_
_
_
_
_
Banca

Bruselas quiere liberalizar la marca 'caja de ahorros' en toda Europa

La CE quiere acabar con las normas que reservan la utilización del término 'caja de ahorros' para las entidades de capital público exclusivamente. Los países de la UE podrán mantener el modelo de las cajas, pero deberán permitir que entidades con capital privado invoquen esa misma denominación.

Bruselas quiere liberalizar la utilización de la marca caja de ahorros para que pueda ser invocada también por entidades que pertenecen totalmente a inversores privados. La ofensiva se concentra, por ahora, en el mercado alemán, donde la legislación nacional reserva la marca sparkasse a las instituciones financieras de dominio público. Pero si tiene éxito acabará sacudiendo a varios mercados europeos, incluido el español.

El comisario europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, considera que la exclusividad de términos como caja de ahorros, saving banks o sparkasse supone una violación de la libre circulación de capitales, un derecho consagrado por el Tratado de la Unión Europea. Y quiere obligar a Berlín a que permita que una sparkasse siga utilizando esa etiqueta incluso cuando haya sido comprada por un banco comercial.

'La definición legal de sparkasse debe basarse en las características propias de ese tipo de entidades, pero no imponer una estructura de propiedad predeterminada', señalan en el departamento de McCreevy.

La Comisión asegura que no pretende acabar con la diversidad de modelos financieros que conviven en Europa (bancos, cajas de ahorro, cooperativas, mutuas, etc.) y que sólo quiere garantizar que ninguno de ellos obstaculiza el flujo transfronterizo de inversiones.

Pero fuentes comunitarias reconocen que la iniciativa para liberalizar el modelo de las cajas de ahorro 'ha suscitado preocupación política en Alemania y España'.

Berlín está preparando una propuesta para intentar conjugar el mantenimiento de la marca sparkasse con la libre circulación de capitales que defiende a ultranza McCreevy. 'Lo difícil es encontrar el punto donde se cruzan esos dos objetivos', ironizan fuentes de la CE que siguen el expediente.

Las negociaciones entre Bruselas y Berlín continuarán al menos hasta junio. El departamento de McCreevy espera decidir entonces si inicia un expediente disciplinario para exigir que Alemania liberalice la marca sparkasse o se conforma con la oferta que presente el gobierno de Angela Merkel.

La resolución del conflicto puede ser decisiva también para el sector bancario español. No en vano, las cajas de ahorro están siguiendo muy de cerca las vicisitudes del enfrentamiento entre la capital alemana y la europea.

Precedente

'Si la CE establece un precedente tendrá repercusión en todos los países de la UE donde existen estructuras bancarias similares a las sparkasse alemanas', reconoce el equipo de McCreevy.

La victoria de Bruselas en esta batalla supondría que si un banco comercial compra una caja de ahorros podría mantener esa denominación y explotar el atractivo comercial que pude tener entre cierto tipo de clientes.

La hipótesis es mucho menos remota de lo que puede parecer, porque en Alemania está a punto de producirse el primer caso. Las autoridades regionales de Berlín han cambiado la ley para permitir el acceso de los inversores privados al capital de una caja de ahorros.

El objetivo de las autoridades es obtener el máximo rendimiento permitiendo a los nuevos socios mantener el apelativo de Sparkasse en la entidad privatizada (la Berliner Sparkasse).

El senador de Finanzas de Berlín, Thilo Sarrazin, incluso ha pedido a la Comisión Europea que obligue a Alemania a cambiar su legislación para permitir que las cajas de ahorro conserven su nombre tras la venta a un inversor privado.

McCreevy no ha dudado en subirse a lomos de este caballo de Troya para intentar lo que algunos de sus predecesores, como Frits Bolkestein, no consiguieron.

El modelo bancario alemán se desintegra

El tradicional modelo bancario alemán -basado en cajas de ahorros, bancos públicos y entidades privadas- se desintegra. Mientras los bancos internacionales arrebatan a diario miles de clientes a las cajas de ahorros locales, los bancos regionales públicos se preparan para fusionarse y los privados piden margen de maniobra para crecer.La competencia se recrudeció a partir de 2005, cuando los bancos regionales tuvieron que renunciar, por exigencia de Bruselas, a las garantías estatales. Desde entonces, la unidad de los institutos de crédito de derecho público sólo existe sobre el papel. 'Nos estamos jugando la paz en este sector pensando en cómo acaparar la clientela de las cajas de ahorro', advierte Thomas Fischer, presidente del banco regional WesteLB de Düsseldorf.La batalla llega hasta el extremo de que ya no se respetan las supuestas fronteras entre cada uno de los tres pilares del sistema bancario. Hasta ahora, los institutos privados no podían adquirir bancos públicos. Pero entre los candidatos a comprar el Berliner Bank, del consorcio público Bankgesellschaft Berlin, figuran muchos inversores privados, desde el Deutsche Bank hasta el hedge fund del banquero Christopher Flowers. Y la banca privada aspira ya, con el apoyo de Bruselas, no sólo a comprar cajas de ahorros (sparkasse) sino también a poder explotar esa etiqueta de modelo comercial.Los analistas se preguntan si el nuevo presidente de la asociación alemana de cajas de ahorro y de giro (DSGV), Heinrich Haasis, podrá parar este proceso de desintegración de las cajas de ahorro, un reino que abarca 670 entidades con 380.000 empleados y una facturación de 3,2 billones de euros.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_