Pischetsrieder renueva en VW y pide más sacrificios
El presidente del consorcio Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, pidió ayer en Hamburgo más sacrificios para enfrentarse a una competencia mundial 'todavía más férrea'. Tras su reelección al frente de la compañía, Pischetsrieder anunció nuevas medidas de saneamiento ante los accionistas reunidos en la ciudad hanseática. Habrá que ahorrar, reducir los costes y aumentar los beneficios. Pero no sólo en Alemania. En Brasil, VW reducirá su capacidad de producción tras la caída de las exportaciones (el modelo Fox) de su filial brasileña.
Tras semanas de especulaciones, el consejo de vigilancia de VW renovó antes de ayer el contrato a Pischetsrieder hasta el año 2012. Sorprendentemente, también los representantes de los trabajadores votaron a su favor en el consejo de vigilancia. Pischetsrieder, de 58 años, dirige el consorcio desde 2002. Su objetivo ahora: reducir los costes del consorcio en diez mil millones de euros hasta el año 2008 y alcanzar unos beneficios de 5.100 millones de euros, antes de impuestos, para ese mismo año.
El plan de reestructuración de las plantas de montaje y de componentes contempla el recorte de 20.000 puestos de trabajo en la parte occidental de Alemania (una quinta parte de su plantilla). Pero algunos expertos del sector afirman que sobra el doble.
Pischetsrieder subrayó ayer la necesidad de implementar nuevas medidas de saneamiento y ahorro en el consorcio; pero no quiso ofrecer detalles sobre los nuevos planes de ajuste porque todavía no han concluido las negociaciones con los representantes de los trabajadores. Para los analistas, los resultados del primer trimestre han decepcionado y han relativizado la buena marcha esbozada a finales de 2005.