El encarecimiento de la energía y la inflación dañan la confianza
La agencia europea de estadísticas, Eurostat, ha detectado una fuerte caída de los índices de confianza económica para el caso de España. El indicador sintético de clima económico se encuentra en el primer cuatrimestre del año en el nivel más bajo desde hace siete ejercicios.
Tal indicador, compuesto por los índices de confianza industrial, de servicios, la construcción, el comercio minorista, y el consumidor en general, ya llevaba varios cuatrimestres en continuo descenso. Siguiendo esta tónica, en el periodo que va desde enero a abril, el indicador se ha situado en 94,4 puntos, tres puntos menos que en el primer cuatrimestre de 2005.
La peor parte se la lleva la confianza del consumidor sobre la economía española, con caídas de 12 puntos en el cuatrimestre. Tales datos contrastan con los registrados para el conjunto de la zona euro, que registran, en cambio, un repunte de cinco puntos en tasa interanual. Eurostat recalca, en el caso de la zona euro, cómo la mejora de la situación económica en Alemania (primer motor económico de la UE) está influyendo en los buenos datos a nivel europeo.
En el caso de España, es difícil mantener niveles de confianza tan elevados por mucho tiempo, como ha ocurrido en los últimos cinco años, casi siempre por encima de la media comunitaria (ver gráfico).
El deterioro de la confianza de los consumidores en España está siendo corroborado también por instituciones como el Instituto de Crédito Oficial (ICO). El indicador de confianza (ICC-ICO) que elabora la institución, a través de una encuesta que realiza por todo el territorio nacional, se redujo en abril seis puntos, situándose en el menor nivel desde octubre de 2005, según datos hechos públicos ayer. Según el presidente del ICO, Aurelio Martínez, influyen aquí múltiples factores. Entre ellos, la evolución de la inflación (que sigue en el entorno del 4%, el doble de lo estimado satisfactorio por el BCE) y el precio del petróleo, en constante aumento, en detrimento del bolsillo del consumidor.
Tales variables afectan en gran medida a la percepción de las familias sobre la evolución futura de la economía, a pesar de que en estos momentos la marcha de la economía española se mantiene en un buen tono de crecimiento (un 3,5% a finales de año). La mayor dependencia energética de España en relación a otros países comunitarios explicaría cómo los márgenes de confianza del consumidor se están deteriorando más en España que entre sus socios comunitarios.
Todo ello puede provocar un descenso del consumo privado en los próximos seis meses, según vaticinó Martínez. Por edades, no todos piensan igual. Los más jóvenes (menos de 25 años) y los más viejos) más de 55 años) son los menos optimistas de cara al corto plazo, según la encuesta, en la que también se valoraron otras variables como la creación de empleo.
Alta volatilidad del crudo
Mientras se publican nuevas cifras sobre confianza empresarial, el petróleo continúa su marcha alcista imparable. Ayer volvió a repuntar de nuevo en busca de la barrera de los 80 dólares. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar muy cerca de los 75 dólares (74,97) en el mercado de Londres, rozando el máximo histórico.
La fuerte demanda a escala planetaria (tanto de países desarrollados como de los emergentes) y las tensiones geopolíticas (crisis en Irak e Irán) mantienen al 'oro negro' en una escalada constate, que gran parte de los analistas estiman se mantendrá en los próximos meses. A última hora de la jornada, y con los mercados muy volátiles, el Brent cayó 1,5 dólares tras publicarse nuevos datos sobre reservas semanales en EE UU.