Asegurar la moto deja de ser una tarea imposible
Las aseguradoras asumen el riesgo para ganar cuota y fidelizar clientes
Con 76 años de experiencia asegurando automóviles, Mutua Madrileña materializa hoy una decisión histórica para la compañía: aceptar 'motorista' como cliente. La entidad dará cobertura a su primera motocicleta esta misma mañana y no será un hecho testimonial, ya que se ha marcado el objetivo de hacerse con un 8% de las motos que circulan por las carreteras españolas de aquí a 2008.
Las pólizas de uno de sus más nuevos competidores, Línea Directa Aseguradora, ya figuran entre los papeles de 125.000 moteros. La firma que opera por internet, ávida de clientes, asumió el riesgo y comenzó a dirigir su oferta a ese segmento en 2003, 'cuando prácticamente ninguna firma se atrevía a hacerlo en España por la alta tasa de siniestralidad que presentan ciclomotores y motocicletas', explica Mar Garre, portavoz de la compañía. Su volumen de primas procedentes de motos ha subido en 2005 un 61%. 'Hay mercado y notamos una competencia que no había hace tres años', afirma Garre.
La Mutua y Línea Directa se disputan los vehículos de dos ruedas con entidades como Mapfre, Pelayo, Caser, Fénix Directo o Catalana Occidente, entre otros. A unas les mueve la necesidad de ganar volumen y a otras el imperativo de no perder clientela intentando retener a quien ha asegurado el coche y precisa una póliza para la moto.
Menores de 25 años y motos potentes siguen asustando al seguro
Una guerra reciente
Poder elegir entre una variada cesta de seguros es nuevo. Basta remontarse a 2002 para encontrar graves acusaciones de los fabricantes de motocicletas hacia las aseguradoras - a quienes responsabilizaron de la caída de sus ventas- porque no se arriesgaban a cubrir sus productos.
El número de siniestros graves en carretera sigue aumentando, pero hubo un anuncio que, sumado a la situación de creciente competitividad que vive el mercado, cautivó el interés de las aseguradoras: 'La decisión del Gobierno de permitir que el carnet B1 sirva para llevar motos de 125 centímetros cúbicos decreto de octubre de 2004 ha impulsado las ventas y crea un suculento pastel de conductores que las aseguradoras no podían desaprovechar', dicen desde la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas.
Las matriculaciones de motos subieron un 13% en 2005 y una comparativa entre el primer trimestre de 2005 y el de 2006 lanza un nuevo aumento del 15%, frente a 6,2% que experimenta el segmento de turismos.
'Tal y como evoluciona el diseño de las ciudades y con el tráfico que aguantan los accesos está claro que la opción de las dos ruedas seguirá ganando adeptos en España', dice un directivo de una importante aseguradora que prefiere preservar su nombre.
Distintos usuarios cuentan que han notado una notable rebaja en los precios de las pólizas y la mejora en sus prestaciones, pero añaden que la mayoría de las aseguradoras se guarda las espaldas al evitar los modelos potentes y a los conductores más jóvenes. Mutua Madrileña, por ejemplo, sólo se dirige a mutualistas con cuatro años de antigüedad en la casa, que usan la moto como segundo vehículo y tienen entre 30 y 60 años. El precio medio del seguro será de 270 euros (pretende captar de 27 a 30 millones en primas hasta 2008) y no abarca ciclomotores ni vehículos de campo. 'La entrada de Mutua en el sector de motos es buena para todos, ya que aumenta la competencia y obliga a que las empresas mejoren sus productos', reflexiona Flavia Rodríguez Ponga, directora del área Aseguradora.
Mapfre acota su oferta al aceptar sólo a conductores de ciclomotores cuando son hijos de asegurados. Esta entidad exige a los usuarios de motocicletas que hayan cumplido los 25 años y atesoren dos años de carnet, las mismas precauciones que toma Mutua Pelayo. Reale no coge motos de más de 100 caballos ni a conductores menores de 27 años. Winterthur cubre a moteros entre 28 y 46 años con más de 24 meses de carnet y sólo cubre ciclomotores si el conductor ya es cliente. Al margen de las firmas más precavidas también hay aseguradoras, entre ellas Direct Seguros y Génesis, que huyen de las dos ruedas.
Aquel que no consigue contratar una póliza, pero no quiere renunciar a la moto, puede recurrir al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), que respalda a 230.000, la mayoría de ellas de pequeña cilindrada.
La letra pequeña
¦bull; La asistencia en viaje, el rescate de la moto cuando queda inmovilizada y la cobertura del acompañante o de un segundo conductor, son prestaciones que no aparecen en todas las pólizas. En el caso de un seguro de moto toma especial relevancia el consejo de leer la letra pequeña.
¦bull; Defensa jurídica, asistencia sanitaria (a poder ser ilimitada) e indemnización por invalidez deben ser tres de los puntos fuertes de un buen seguro de moto.
¦bull; La cobertura de retirada del carné, préstamos para cubrir una reparación, defensa en multas, devolución de la prima no consumida (en caso de traspaso), son puntos complementarios que comienzan a incluirse en las mejores ofertas.
¦bull; Arpem.com puede resultar una herramienta útil para quien busca seguro. Expone comparativas entre las pólizas de distintas aseguradoras y ofertas de financiación. También facilita calculadora de precios.
Conductores en busca de autoprotegerse
13.000 personas forman parte de la Asociación Mutua Motera (AMM), un colectivo cuyo objetivo es convertirse en aseguradora para garantizar buenas coberturas a buen precio. 'Nos quedan unos años de camino para ofrecer nuestras pólizas, entre tanto intermediamos las de distintas compañías y presionamos para que mejoren sus productos', dice Juan Soroa, vicepresidente de AMM.Bajo su punto de vista hoy es más fácil encontrar un seguro que hace tres años, pero existe una amenaza en ciernes para los conductores: 'Las aseguradoras se han lanzado con rebajas a por los usuarios que, con carnet B1, llevan motos de 125. æpermil;stos no tienen experiencia y sube la siniestralidad. Al final la medida supondrá el encarecimiento de las primas'.La AMM recomienda a sus socios que no renuncien a buenas coberturas por primer el precio. Y exige que las pólizas empiecen a cubrir el robo, la rotura del casco, los daños en el mono, a generalizar la asistencia en carretera, etcétera.