El ejemplo de Wal-Mart

Es la compañía Wal-Mart una fuerza del bien o del mal? Exeter, New Hampshire

Hemos oído esta pregunta con frecuencia en los últimos meses. ¿Destruye Wal-Mart los negocios? De ninguna manera. Wal-Mart es una gran compañía. Tal vez es políticamente incorrecto decirlo hoy, pero es verdad.

Wal-Mart ayuda a la prosperidad de individuos, comunidades e incluso a las economías. Es grande, su modelo empresarial amenaza a competidores y su poder de compra aterra a los proveedores. Pero eso no la convierte en una compañía diabólica, aunque sí en objetivo de los críticos, que no desean reconocer los modos en que Wal-Mart mejora las vidas de los ciudadanos.

Los bajos precios tienen más impacto en la calidad de vida de los ciudadanos que un saludo o una sonrisa

Primero, los precios de Wal-Mart tienen gran impacto positivo en la calidad de vida de millones de consumidores. Ningún otro minorista ofrece tan buenos productos por tan poco, desde comestibles y artículos para escolares hasta remedios y artilugios para el hogar. Además, proporciona a sus empleados oportunidades para ascender, incluso a quienes tienen una educación modesta. En la organización hay numerosas historias de empleados que comenzaron en la última posición, o como cajeros, y terminaron ocupando cargos gerenciales.

Y ahora que Wal-Mart está creciendo a nivel internacional, algunas carreras que comenzaron como comerciales en Texas y logística en Arkansas han concluido con cargos ejecutivos en Europa y en Asia. Sólo el ejército de Estados Unidos se aproxima a Wal-Mart cuando se trata de proporcionar adiestramiento y oportunidades para personas que no tienen otra manera de romper un estilo de vida.

Por supuesto, los bajos precios de Wal-Mart, y su gran fuerza laboral, tienen un efecto acumulativo en las economías locales y nacionales donde actúa. Precios bajos de mercancías mantienen la inflación controlada, en tanto que el gran poder de compra de los empleados conserva alta la demanda. ¿Es eso diabólico?

Pues bien, existen críticos que acusan a Wal-Mart de destruir comunidades enteras al eliminar los pequeños comercios. Sienten nostalgia por un pasado que nunca existió.

Sí, Wal-Mart ha representado el fin de muchos negocios locales. Y sí, en algunos de ellos, los clientes eran saludados por su nombre de pila cuando cruzaban el umbral. Pero fueron esos mismos clientes los que decidieron comprar en Wal-Mart. Y es que, al parecer, los bajos precios tenían más importancia para la calidad de la vida que un saludo y una sonrisa. Eso no forma parte de una conspiración. Simplemente, el mercado libre funciona de esa forma.

En cuanto a que en esos negocios pequeños los empleados 'son tratados mejor', se trata de un disparate. En la mayoría de las pequeñas poblaciones, el dueño de un negocio era aquel que manejaba el vehículo más lujoso, vivía en la casa más elegante, y pertenecía al country club local. Entre tanto, sus empleados no estaban precisamente compartiendo su riqueza. Sólo en excepcionales situaciones contaban con seguros de vida o de salud, y tampoco recibían mucho en materia de entrenamiento o de grandes salarios.

Muy pocos de esos dueños de negocios proyectaban crecer o expandir sus actividades. Sus vidas eran muy cómodas. Eso era muy bueno para ellos, pero no para sus empleados, deseosos de tener una carrera capaz de cambiar sus vidas.

Los críticos también acusan a Wal-Mart de ser brutal con sus proveedores. Ellos dicen que es difícil negociar, cuando la empresa 'es dueña' del canal de comercialización. No importa el producto, usted le vende a Wal-Mart en los términos que exige, o no puede vender nada.

Es cierto. La gran porción del mercado que posee Wal-Mart le ofrece una sustancial influencia sobre sus proveedores. Pero en décadas de negociar con sus ejecutivos en General Electric, por ejemplo, los compradores de Wal-Mart nunca actuaron violando la ética o de manera injusta. Eran simplemente duros. Eso obligó a GE a tratar de determinar cómo podía mejorar las cosas bajando sus costes de fabricación, o mostrando mayor flexibilidad en el diseño y embalaje de un producto.

En resumidas cuentas, los precios se mantuvieron bajos, y el cliente ganó. Y eso es lo que propulsa a Wal-Mart: mantener a sus clientes satisfechos. Y gracias a eso sigue aumentando sus ventas y ganancias.

Sí, seguramente habrá 'víctimas' debido al éxito de Wal-Mart. Algunos competidores deberán cerrar sus puertas debido a ese modelo empresarial. Y algunos empleos se perderán en el proceso. Pero, de cierta manera, Wal-Mart no es diferente a Toyota en la industria automotriz. Cuando Toyota llegó en la década del setenta, también fue acusada de afectar el status quo. Han pasado varias décadas y la mayoría de las personas ahora acepta que Toyota, simplemente, tiene una mejor manera de hacer negocios. Su propuesta de brindar valor a los consumidores aumentó los estándares de toda la industria. Fue un agente de cambio, y ha hecho mucho más por la sociedad que cualquier compañía fracasada.

Y esa es también la historia de Wal-Mart. Una compañía que ayuda a los consumidores y empleados a ganar y a crecer.