El presidente de Hyundai, ante la justicia por presunta corrupción
El presidente del gigante surcoreano del motor Hyundai, Chung Mong-koo, compareció ayer ante la Fiscalía del país asiático para responder a las acusaciones que pesan sobre él por desvío ilegal de fondos y soborno a funcionarios públicos. 'Quiero decir a la gente que lamento mucho esta situación y que cooperaré sinceramente con la investigación', declaró Chung, de 68 años, a la prensa minutos antes de acceder a la sede de la Oficina Fiscal Suprema en Seúl.
Sobre el magnate surcoreano pesan las sospechas de que orquestó la creación de fondos ilegales con decenas de millones de dólares a través de oscuras maniobras empresariales en filiales del grupo automovilístico, la segunda mayor empresa de Corea del Sur.
La Fiscalía cree que Chung empleó esos fondos para afianzar su control sobre el grupo y sobornar a funcionarios gubernamentales a fin de reducir las deudas de las filiales del conglomerado empresarial.
El pasado jueves, Chung Eui-sun, hijo del presidente de Hyundai, fue interrogado por la Fiscalía por cargos similares a aquellos de los que se acusa a su padre. Chung Eui-sun es, a su vez, presidente de la firma Kia Motors, subsidiaria del grupo Hyundai Motor.
Perdón público
El mes pasado, agentes fiscales registraron la sedes de Hyundai Motor, Kia y las también filiales Glovis y Hyundai Autonet, e interrogaron a numerosos directivos de estas compañías, prohibiendo a una decena de ellos que abandonen el país. El presidente de Glovis, Lee Ju-eun, fue acusado formalmente el 14 de abril de desviar más de siete millones de dólares de esa empresa y de usarlos para propósitos privados.
El pasado miércoles, el grupo tuvo que pedir perdón por todo este escándalo que afecta a su cúpula y anunció una donación de un billón de wones (cerca de mil millones de dólares) en donaciones para obras de caridad para compensar los daños ocasionados.