'La regulación amenaza al sector financiero'
Fue asesor de Scotland Yard para el rastreo de fondos de origen delictivo, y hoy es director de soluciones contra el blanqueo de dinero y fraude en la firma de software SAS. Sostiene que el exceso de regulación amenaza la eficiencia del sistema bancario internacional
Tras 25 años investigando y persiguiendo fraudes monetarios y actividades financieras ilegales, Bosworth-Davies, autor de numerosos manuales sobre blanqueo de dinero, promociona un software a medida de los bancos para que puedan cumplir con las severas exigencias de vigilancia.
¿Cómo ha cambiado el panorama del blanqueo de dinero desde los atentados del 11 de septiembre de 2001?
æpermil;sa fue una fecha clave. A partir de entonces, aprovechando el impacto psicológico entre la población, el Gobierno de Estados Unidos sacó adelante la Patriot Act Ley Patriótica, que multiplica las facultades de inspección de las autoridades sobre las cuentas bancarias y reduce la privacidad. Además, se las han arreglado para imponer sus estándares en otros países.
¿Cómo lo consiguen?
En resumidas cuentas, exigen una serie de reglas a los países en desarrollo que quieran optar a financiación del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, aprovechando su influencia en estos organismos. De este modo pueden llegar a intervenir sobre bancos extranjeros, incluso fuera de su territorio. También consiguen que sus propios bancos no colaboren con ciertos gobiernos. Así evitan que los dictadores puedan mover dinero que les llega en ayudas, y también, a largo plazo, el Gobierno de George Bush aprovecha esas injerencias para lograr ventajas geopolíticas.
¿Y en la Unión Europea? ¿Los métodos son igual de rigurosos?
La UE se basa en un sistema, el GAFI Grupo de Acción Financiera sobre Blanqueo de Capitales, por sus siglas en francés, bastante similar al estadounidense. En general, se está imponiendo la rigidez a nivel mundial.
¿Hay áreas de mejora en la legislación vigente? ¿Cree que es suficiente para luchar contra el blanqueo?
Respecto al seguimiento del dinero ilegal (asumiendo que nunca se va a lograr controlar todo), creo que la regulación actual es más que suficiente. Los gobiernos han impuesto leyes intervencionistas en los últimos 10 ó 12 años, pero han perdido en parte de vista el objetivo último de los bancos: proveer de financiación a la economía y retribuir suficientemente a sus accionistas. Yo trabajé en Scotland Yard y sé lo que quieren las autoridades: presionar cada vez más. Creo que han ido demasiado lejos.
¿Sugiere que la regulación está reñida con la eficiencia?
Sin duda. Creo que, si se sigue adelante con las exigencias actuales, acabará poniéndose en peligro la eficiencia del sistema bancario internacional.
Ustedes desarrollan, en colaboración con Accenture, una herramienta informática para hacer frente al blanqueo...
En SAS tratamos de ser algo así como evangelistas, marcando a los bancos el camino venidero para que puedan responder a los reguladores sin dispararse en su propio pie. Es un producto a medida que sirve a los bancos para asegurarse de que cumplen todos los requisitos reglamentarios exigidos por la administración. No podemos asegurar que nunca se pueda colar una operación de blanqueo, pero sí que los bancos vivan más tranquilos al cumplir con la responsabilidad que se les atribuye. Juntamos nuestras capacidades en software con la experiencia y el conocimiento del cliente que tiene Accenture para desarrollar un producto a medida.
¿Cómo funciona?
Utiliza un sistema de alertas, una vez definidos unos rangos normales para diversas variables, como el montante de la operación, su procedencia o el tiempo que pasa entre una operación y la siguiente. El objetivo es que los bancos puedan ser más dinámicos respecto a los temas regulatorios, reaccionar antes y evitar que se pongan en situaciones difíciles. Además, también les permite conocer mejor a sus clientes.
¿Qué espera que suceda en el futuro con el blanqueo de dinero?
Sinceramente, no creo que se pueda terminar con ese tipo de operaciones. Hay que asumir que, literalmente, una moneda tiene dos caras: la del dinero blanco y la del dinero negro. Dejando al margen los criterios morales, las dos forman parte de la economía. El dinero negro existirá mientras se quiera tener un sistema bancario internacional eficiente.
Imposible cuantificar el dinero negro
Bosworth-Davies destruye uno de los mitos periodísticos: la posibilidad de cuantificar el dinero negro. 'Seguro que usted ha oído la cifra que lo sitúa en 500.000 millones de dólares. Lo cierto es que la inventó un estudiante de doctorado como gancho para atraer a la audiencia en una conferencia. Inexplicablemente, la ONU la hizo suya, pero no hay forma de cuantificar una masa monetaria tan difusa'. La trama de corrupción descubierta en Marbella, servirá, según Bosworth-Davies, para comprobar la utilidad del sistema regulador: 'La tendencia entre los países de la OCDE es utilizar los sistemas de seguimiento monetario para acabar con la corrupción pública', dice.