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Aerolíneas

Mullor dimite como consejero delegado de Iberia

Ángel Mullor presenta hoy su dimisión como consejero delegado de Iberia. Desde hace tres años venía anunciando su intención de dejar la empresa. El cargo queda vacante y los poderes, hoy repartidos, se concentrarán en las manos del presidente, Fernando Conte.

El consejero delegado de Iberia, Ángel Mullor, cumplirá el largamente anunciado propósito de dejar su cargo en una empresa a la que llegó hace diez años formando tándem con Xabier de Irala, y en la que ha permanecido más tiempo que ningún otro alto ejecutivo. La compañía reúne esta mañana a su comisión de nombramientos, y Mullor aprovechará este marco para presentar su renuncia. La salida se hará efectiva en la junta general de accionistas prevista para el 30 de mayo.

El cargo será amortizado y las funciones que hoy desempeña Mullor irán a reforzar el poder que ejerce el actual presidente de la aerolínea, Fernando Conte.

Mullor tenía decidida su salida de Iberia desde hace tres años cuando su amigo y compañero de largos años, Xabier de Irala renunció a la presidencia de la aerolínea para ir a presidir la caja de ahorros de Vizcaya, BBK. El consejero delegado afirmó entonces que permanecería 'seis meses en Iberia para facilitar la transición' entre Irala y Conte, habida cuenta de que los tres procedían de la filial española de la multinacional ABB.

Los seis meses se han alargado a tres años y Mullor ha permanecido este tiempo aplicado en la tarea de elaborar un plan director para el periodo 2006-2008 que contienen fuertes medidas de ajuste y reconversión de la estrategia del negocio.

El plan lleva aparejada, además, la negociación de los convenios de todos los colectivos de la plantilla. Y tal vez una de las mayores frustraciones del consejero delegado en estos últimos tiempos haya sido haber conseguido en otoño de 2004 un amplio acuerdo laboral con la dirección del Sepla en la firma del nuevo convenio colectivo, para comprobar más tarde como una asamblea de pilotos echaba por tierra las bases del consenso alcanzado.

Mullor ha tenido también protagonismo en las negociaciones para la creación de una compañía de bajos costes, cuyo lanzamiento podría anunciarse en breve. Según el diseño que se ha pactado con otras aerolíneas nacionales, Iberia tomará una participación que no excederá del 25%. El control de las operaciones estará en manos de un equipo directivo independiente.

Durante los 10 años que Mullor ha permanecido en la empresa se ha consumado la conversión de Iberia en una aerolínea que utilizará sólo aviones de Airbus. La dirección decretó un cierre patronal durante nueve horas en la madrugada del 12 en julio de 2001 en contestación a una huelga de pilotos. La aerolínea ha consumado una política de cierre de rutas transversales para centrarse en las líneas troncales. También ha librado una dura lucha para conseguir utilizar, con sus socios de One World, la nueva T4 del aeropuerto de Madrid.

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