El petróleo roza los 72 dólares por la crisis iraní
El petróleo Brent volvió a batir ayer su récord, al pagarse el barril en Londres a 71,6 dólares. La crisis abierta por el enriquecimiento de uranio en Irán, unida a las persistentes presiones de la demanda, explican la enésima escalada del crudo en los últimos tres años.
No hay tregua. El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, volvió ayer a cotizar en Londres tras el parón de las fiestas de Semana Santa, y lo hizo alcanzando un nuevo techo histórico: 71,6 dólares. Se trata del quinto récord en las últimas cinco sesiones, en medio de la inestabilidad abierta desde que, hace una semana, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, anunciase que su país ha conseguido enriquecer uranio para fines, alega, energéticos. La comunidad internacional teme que el país desarrolle la bomba atómica, mientras los mercados especulan sobre una posible intervención armada selectiva en el país que dispone de las segundas mayores reservas de crudo del mundo.
Entre los factores coyunturales que presionan al alza el precio del crudo se encuentra también la situación política de Nigeria, donde la guerrilla mantiene constantes ataques hacia las petroleras allí afincadas. Sin embargo, el encarecimiento de los últimos tres años se debe fundamentalmente a las presiones de la demanda: la incorporación de gigantes como China o la India al crecimiento económico, unido a la buena salud de EE UU, reducen el colchón entre producción y consumo y elevan el precio. El domingo, el gobierno chino hizo público el crecimiento del Producto Interior Bruto de ese país en el primer trimestre: un 10,2%. Las presiones de la demanda no van a parar.
También el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, ronda niveles históricos: ayer rozó los 70 dólares, aupado por la crisis iraní y el inicio de la temporada de mayor consumo de gasolina para automoción, que se encuentra en su precio máximo de los últimos seis meses. Mientras, en España, tras el repunte precio a la Semana Santa, gasolinas y gasóleo de automoción se encarecieron aún más en los últimos siete días: 0,2 céntimos, éste último, y 0,8, las gasolinas sin plomo de 95 y de 98 octanos.
La economía china creció un 10,2% en el primer trimestre. La presión de la demanda no cede
El último repunte del petróleo viene acompañado de un hecho poco habitual: el barril de Brent se paga más caro que el West Texas. Se consuma así una tendencia iniciada a principios del año pasado: desde entonces, el segundo se ha revalorizado un 38%, mientras el de referencia en Europa lo ha hecho un 43%, hasta tomar la delantera la semana pasada. En cualquier caso, el reciente sorpasso obedece, en parte, a una explicación técnica: los precios comparados pueden referirse a contratos con vencimientos distintos, puesto que éstos en ocasiones se solapan. Si se toma como comparación el contrato que vence en junio, el West Texas sigue costando más que el Brent: 71,45 dólares, frente a 71,03.
Sea como fuere, la senda es globalmente alcista. El jueves, el Fondo Monetario Internacional pidió el fin de las ayudas estatales que mitigan el impacto de las subidas del crudo entre los consumidores, para tratar de contener así la demanda.
Teherán, otra vez epicentro del récord
La crisis desatada la semana pasada arrancó con un anuncio realizado por el gobierno de Irán y temido por la comunidad internacional: Teherán ha logrado enriquecer uranio, lo que, según el primero, le servirá para abastecerse de energía nuclear y, según la segunda, facultará al régimen radical para desarrollar la bomba atómica. Dado que Estados Unidos ha amenazado de forma velada con represalias, que podrían ser militares, y que Irán es el cuarto productor de crudo del mundo y el segundo propietario de reservas, el efecto está servido: el oro negro por encima de los 70 dólares por primera vez en su historia. El precio real (descontada la inflación) queda aún por debajo de los 80 dólares alcanzados tras la revolución de los ayatolás, en ese mismo país. Era el año 1979 cuando el grupo liderado por Jomeini derrocó al sha de la hasta entonces llamada Persia, generando una fuerte incertidumbre en los mercados energéticos. Poco antes, en 1973, el acuerdo alcanzado por la OPEP para restringir la oferta inauguró la época del petróleo caro, que ahora vive niveles pocas veces alcanzados.