'El modelo financiero navarro no es extensible a los demás'

Considera que el proceso de reforma territorial abierto no se encamina a dar mejor servicio a la ciudadanía, sino que tiene carácter político y pretende distanciarse del proyecto común

Miguel Sanz (Corella, Navarra, 1952) preside la Comunidad de Navarra desde 1996 como líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Considera que el modelo de financiación navarro 'no es extensible al resto del Estado, porque crearía comunidades subsidiadas para siempre'. Estima que el proceso de reforma estatutaria abierto en España tiene exclusivamente intencionalidad política y electoral y 'está presidido por el interés en distanciarse de un proyecto común'.

¿Hacia dónde cree que nos lleva el debate territorial abierto con la reforma del Estatuto catalán?

El debate pone de manifiesto el interés que todos los responsables de las autonomías tienen por distanciarse de un proyecto común, hacer valer sus especificidades, porque piensan que tiene una rentabilidad política y electoral, más allá de la rentabilidad económica que puede generarles. Me parece que estamos viviendo un debate territorial que se nos ha ido de las manos, que aportará pocas cosas positivas para el desarrollo de España. Cada uno tirará por su lado, y es un error.

'Nosotros, con el 1,3% de la población, aportamos al Estado 600 millones, por el 1,7% de la renta'

'Pedir un sistema como el navarro vale para las proclamas políticas, pero no es posible en la práctica'

'El cambio en los estatutos y en el modelo financiero dañará la solidaridad'

'Habrá impositivos, pero mantendremos la misma presión fiscal que España'

Con esto no quiero decir que yo rechace el debate territorial: hay posibilidades de promover reformas estatutarias que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Pero no por el mero hecho de reformar se mejorará la calidad de vida de los ciudadanos. Si la reforma tiene un objetivo partidario o electoral, me parece que es rechazable. Pero si quiere incrementar la eficacia en la prestación de servicios, es loable.

¿Está garantizado que todo lo que se pacte será extensible a todas las regiones, o puede darse el caso de que tras las reformas las asimetrías políticas y económicas se incrementen?

Las asimetrías ya se están manifestando. Por mucho que se ponga la 'cláusula Camps', es una pretensión vana. No todas las comunidades están preparadas para prestar los mismos servicios en todas y cada una de las zonas de España, ni desde el punto de vista de la experiencia política, ni desde el del interés ciudadano, ni desde la realidad económica. Un sistema de financiación válido para una comunidad no tiene porqué valer para otra. Un sistema fiscal como el nuestro, recogido en nuestro convenio económico, no tiene traslación a Andalucía. Nosotros contribuimos a las cargas generales en virtud de nuestra renta sobre PIB, en razón al 1,7% del PIB, y no en razón de los habitantes, en cuya variable sólo suponemos el 1,3%. Navarra paga por el 1,7% una aportación de 600 millones de euros y lo tiene que financiar con el 1,3% de gente. Andalucía tiene más porcentaje de población que de renta, y debería contribuir por su población. En caso contrario siempre sería perceptor neto y estaríamos creando unas comunidades absolutamente subsidiadas, con poco ímpetu e innovación, y que vivirían de la solidaridad del conjunto de las regiones ricas.

Está muy extendida la idea de que el convenio económico de Navarra es la panacea para los problemas de todas las comunidades. Y no es así. Nosotros hemos tenido convenios a lo largo de toda la historia, y no siempre hemos estado en los niveles de bienestar actuales; hemos estado con renta media inferior a la catalana, y ahora es superior. El café para todos es malo. Eso vale para las proclamas, pero en la práctica no es posible.

El modelo navarro no es reproducible...

No es reproducible; bajo ningún concepto. El modelo navarro tiene una experiencia derivada de su historia que ha generado un poso y una cultura a la hora de gestionar nuestros recursos que ha culminado en una conciencia fiscal profunda, muy superior a la de España. En Navarra el ciudadano está muy acostumbrado a pagar impuestos: porque ve su hacienda próxima, y porque ve que lo que paga revierte en sus servicios.

¿El concepto de solidaridad entre regiones saldrá reforzado?

No. Saldrá muy tocado con estos proyectos. Tampoco se va a beneficiar la comunidad que pretende diferenciarse. La diferenciación debe hacerse a nivel global, que es el nivel al que deben defenderse conceptos como la competitividad frente a otros estados. España para ser más competitiva tiene que diferenciarse de Alemania. Pero no Rioja, Navarra o Andalucía. En el exterior la marca es el país.

Y la cesión de más impuestos adelgaza al Estado. Si no hay un instrumento de cohesión como el de la Unión Europea, estaremos llevando al Estado a una situación complicada. No tendrá elementos para equilibrar.

¿Navarra no va a plantear ningún cambio estatutario?

Hemos pactado que no habrá cambios a no ser que tengamos el compromiso de los tres partidos mayores (PS, UPN y CDN). Los puntos de acuerdo son sobre cuestiones poco trascendentes, y no haremos ninguna iniciativa.

¿La reforma fiscal de Solbes les obliga a reajustar sus impuestos?

Tenemos una reforma pendiente en Sociedades para mejorar la competitividad. En IRPF iremos a una reducción de la presión fiscal, con descensos en el tipo máximo y mínimo. Todo lo que hagamos será sin romper la solidaridad con el Estado, y respetando que la presión efectiva global de un ciudadano navarro sea equivalente a la de un ciudadano que tributa en régimen común. Puede haber distintos tipos nominales, pero no menor presión fiscal.

Ustedes siempre han sido un polo fiscal de atracción empresarial. ¿Van a revisar algo para seguir siéndolo?

Siempre hay aspectos a revisar. Pero las cosas no se han hecho mal y creo que no hay que modificar los mecanismos básicos. En inversión de I+D+i estamos en el 1,9% del PIB, muy por delante del resto de España; tenemos la tasa de paro más baja; el mayor gasto per cápita en educación, y con más inversión en sanidad, y donde más ayudas se dan a la familia, con 3.900 euros con dos hijos.

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¿Tienen los navarros temor a ser utilizados en este proceso?

Nuestro fuero blinda a la comunidad foral para que nadie al margen de la voluntad de los navarros pueda modificar el estatus político de Navarra. Pero un cambio de gobierno en nuestra comunidad en 2007 podría facilitar esta pretensión de ETA, en el supuesto de que el Gobierno de España considerase necesario ceder a esos planteamientos e iniciar una reforma de la Constitución; incluso una mejora del fuero, que permitiese modificar nuestro estatus o corresponder a las pretensiones de ETA. El concepto de autodeterminación tradicional podría sustituirse por el de darle la voz al pueblo, que también ha sido utilizado a veces por ETA, y que se sustancia en un referéndum en Navarra. Estamos en absoluto desacuerdo con esa posibilidad. Y el concepto de territorialidad, con la creación de un ente único en el que Navarra se integre con las provincias vascongadas se puede sustituir por la creación de una institución común permanente, una especie de dieta vasco-navarra, a la que se le delegasen una serie de competencias gestionadas conjuntamente. Nosotros nos oponemos también rotundamente a esto. Los ciudadanos navarros no lo permitirían bajo ningún concepto.

¿Qué futuro tiene la planta de Volkswagen en Landaben tras el anuncio de trasladar parte de su producción a Bratislava?

El recorte de producción aún no está decidido, no es oficial. La situación es muy complicada. Estamos preocupados porque puede producirse pérdida de producción y de confianza en la capacidad de la planta. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, pero el problema debe resolverse tomando conciencia de la realidad. La última oferta de la empresa supera en todos los aspectos a acuerdos en otras del sector. UGT y la Confederación de Cuadros han dicho que sí, y el resto, que no. Esperamos que CC OO asuma la situación y la apoye.