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CincoSentidos

Compras de lujo en la T4 de Barajas

La zona comercial de la nueva terminal del aeropuerto de Madrid atrae a marcas como Carolina Herrera

Carolina Herrera, Bvlgari, Loewe, Casa Exérez, Hackett, Hugo Boss. No, no es la lista de firmas internacionales y de lujo de unos grandes almacenes londinenses. Se trata de una mínima representación de los espacios dedicados al lujo que se pueden encontrar en la nueva terminal del aeropuerto de Barajas en Madrid, la conocida T4. Con un mes de vida y algún que otro caos cotidiano, este espacio de tránsito acoge ya a un hervidero de viajeros que se convierten en compradores mientras esperan la salida de su vuelo. En total, hay casi un centenar de firmas de moda y complementos repartidas por los 24.000 metros cuadrados de zona comercial de la T4. Y mucho más, como los primeros spas de un aeropuerto español, las tiendas de souvenirs y los imprescindibles restaurantes.

La mayoría de las firmas de la T4 están bajo el paraguas de Aldeasa, que ha aprovechado la inauguración de esta terminal para reorganizar sus espacios y modernizar su logotipo. En total y con una inversión de 20 millones de euros, esta compañía gestiona unos 8.000 metros cuadrados, de los que 1.200 metros están destinados sólo a marcas de lujo.

Fuera de Aldeasa, tiene tienda propia y fácilmente identificable por ser de estética similar a sus tiendas de ciudad Carolina Herrera. En este espacio priman los complementos más que la ropa. Para los viajeros con presupuestos ajustados, también han aterrizado en la T4 y con tienda propia, la cadena Zara y Mango, ambos sólo con ropa para mujer. En el caso de Zara, no es la primera vez que está en un aeropuerto (en el de Barcelona ya tiene presencia) pero sí es su puesta de largo en Barajas y además haciendo doblete: en la terminal principal está Zara para mayores y en la terminal satélite, Zara para niños.

En el caso de Mango, su presencia supone estrenarse como tienda de aeropuerto, una experiencia que también acaba de tener en el aeropuerto Benito Juárez de México. Las prendas de deporte Puma y la tradicional zapatería madrileña Casa Exérez, donde es posible contar con los servicios de un limpiabotas antes de emprender el vuelo, son otras de las caras nuevas.

Con miedo a perder el vuelo

El viajero, tras atravesar los controles de policía de la terminal principal accede a una colorida plaza central donde es fácil que se quede desconcertado por la oferta comercial y se olvide de que tiene que coger un vuelo. Sin embargo, como así señala Ana Ruiz, jefa de tienda de Aldeasa 'en estas primeras semanas, los viajeros no están relajados. Tienen miedo a no encontrar su puerta de embarque y se van directos a ella, una vez localizada, ya no se mueven. Pero esto pasará pronto'.

El espacio que está bajo la gestión de Aldeasa se organiza en forma de triángulo y en cada vértice, hay un espacio diferente: Les Boutiques, Fashion & Fun y The Shop. Saliendo de esta plaza, en dirección norte o sur por el pasillo central, otras tiendas se van sucediendo.

En la terminal satélite, a la que se accede desde la principal en un tren subterráneo, estos tres espacios se repiten aunque con diferente superficie.

Les Boutiques se presenta como una tienda multimarca en la que cada firma tiene su espacio o corner con estética propia. Aquí se mezcla joyería y relojería -Bvlgari, Cartier, Mont Blanc, Omega, Tous o Joaquín Berao-, un área de ropa con firmas como Hackett, Hugo Boss o Paul and Shark y otra de complementos como los bolsos de Salvatore Ferragamo, Lamarthe o Furla.

En Fashion & Fun se aglutinan tiendas de ropa de una gama media y alta, el área de zapatería y la tienda para niños. Ermenegildo Zegna, Escada Sport, Homeless, Lupo, Farrutx, Lottusse o Armand Basi son algunas de las marcas. Y en The Shop, hay dos grandes espacios, uno para cosmética y otro con los productos tradicionales de duty free (bebidas, tabaco, comida, etc). Entre los grandes cambios que la zona de perfumería y cosmética ha vivido, en relación a las viejas terminales de Barajas, se ha dado más espacio a la oferta de productos específicos para hombre ya que cada vez se venden más. En todo caso, según explica Reyes Villacañas, directora territorial de Aldeasa, perfumería, bebida y relojería es lo que más se vende en el aeropuerto. Pero se ha optado por aumentar la superficie destinada a la ropa porque es lo que más está creciendo.

Según explica Rosario Rioja, responsable de Aldeasa para Les Boutiques, 'el sector del lujo se está comportando bien en ventas, pero sobre todo se nota que funciona mejor el corner que la tienda porque quita el miedo al no habituado al lujo'. Villacañas tiene claro que su empresa 'vende al mundo' por lo que las tiendas tampoco pueden dirigirse a un público muy concreto.

Sin embargo, Rioja explica que, por ejemplo, raramente se venderían en la ciudad de Madrid minifaldas de la talla XXL, 'pero en el aeropuerto las alemanas nos las quitan de las manos'. Al margen de pasar un rato o solucionar la compra de un regalo de última hora, una de las ventajas de las tiendas del aeropuerto está en poder comprar un bikini en enero si se viaja al Caribe o una bufanda en agosto si se va esquiar a los Andes chilenos. Eso y lograr precios algo más baratos que en las tiendas de ciudad. Por ejemplo, en perfumería hay descuentos de hasta un 30% sobre el precio de la calle y de un 15% en bebidas. Por supuesto, en Aldeasa admite devoluciones durante tres meses

Pero, al igual que ocurre en el viejo Barajas una vez que se está en la zona de embarque, en la T4 no hay una farmacia y encontrar pañuelos de papel puede ser tan difícil como que las maletas no se pierdan. Eso sí, si el vuelo se retrasa, el cansancio hace mella y no se es un viajero con acceso a la sala VIP, se puede pasar un rato en el spa Elysium. Según el tiempo de que se disponga se puede elegir un tratamiento: masajes, sauna, peluquería. Los hay con duraciones desde los 25 minutos hasta las tres horas. Pero para disfrutar de este relax todavía faltan unas semanas hasta la total inauguración.

Thinking España reinventa el souvenir

A los chinos les encanta el chocolate, los estadounidenses se han convertido en auténticos catadores y expertos de aceite de oliva y a todos los turistas les encanta el jamón serrano. Estos son algunos de los datos sociológicos que da la experiencia de trabajar en las tiendas de los aeropuertos. Y estos datos se han puesto al servicio de unas nuevas tiendas de souvenirs y de delicatessen de Aldeasa en la T4.Con la tienda Thinking España lo que se ha pretendido es renovar el mundo del recuerdo más español con un toque kitsch y divertido. Allí se econtrará desde un mandil de cocina que replica un traje de flamenca o de torero en el que la montera es una manopla para coger cazos calientes, pasando por todo un superventas, el libro Tapas traducido, hasta el colmo de la gastronomía: un jamón serrano de bolsillo ¡que se come! Se trata de jamón deshuesado y prensado al que se la ha dado la forma de una auténtica pata, pero en tamaño perfecto para llevar en el bolso de mano.Eso sí, en el área de gourmets y como así explica Ana Ruiz, jefa de tienda de Aldeasa, el aceite de oliva en botella de regalo se ha ido sustituyendo por envase de consumo y se ofrecen variedades muy selectas como arbequina o mil flores porque el turista cada vez sabe más.

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