Navarra ve difícil el futuro de la planta de Volkswagen
El Gobierno navarro ve nubes negras en el futuro de la planta de Volkswagen en Landaben (Navarra), después de que el viernes finalizase el plazo fijado por la dirección de la empresa a los sindicatos para que firmasen el nuevo convenio y mantener así la fabricación del Polo. La dirección de la compañía y el comité de empresa rechazaron el viernes la mediación del Gobierno navarro.
El Gobierno de Navarra, aseguró a través de su consejero de Industria, José Javier Armendáriz, que 'no espera más que consecuencias negativas' de la decisión tomada el viernes por la dirección de Volkswagen y por la plantilla. 'Continuarán las movilizaciones y no habrá una expectativa cierta para el final del conflicto'. 'La situación es muy negativa', aseguró el consejero. 'No hemos conseguido el objetivo que nos planteábamos'.
Volkswagen, por su parte, se lamentó de la decisión votada en la mañana del viernes por el comité. En la nota, la compañía destaca 'la perdida de confianza a la que a lo largo de estos 15 meses VW Navarra se ha hecho acreedora ante la central del grupo', después de que los paros hayan provocado la pérdida de 15.800 vehículos.
Esta menor confianza 'va a poner en marcha, a partir del próximo lunes, un proceso de desaceleración de las inversiones de esta fabrica y la activación de medidas para fabricar el Polo en otras plantas'. Esta decisión de la central 'podría desencadenar en que, como mal menor, a partir del año 2008 la capacidad productiva del centro se vea reducida en un tercio' de la producción actual.
'Desde la dirección de VW Navarra desconocemos hasta dónde nos puede llevar este proceso, aunque sí tenemos la certeza de que todas las oportunidades que estamos dejando escapar van a ser ya imposibles de recuperar'. VW, a pesar de agradecer el esfuerzo del Ejecutivo por enmendar la situación, anunció su decisión de rechazar el laudo por considerar que éste no devolvería a la central la confianza perdida y que conllevaría más costes.
El comité también rechazó la propuesta del Gobierno con los votos de CC OO, LAB y CGT. El Ejecutivo pretendía que las partes aceptasen el convenio ahora menos los dos puntos en conflicto, que se decidirían en un laudo. Los dos puntos son congelar o reducir el plus por festivos; y otro lado, la posibilidad que se cierre la planta por causas 'urgentes o imprevistas'. El sindicato mayoritario, UGT, se abstuvo en la votación.
Mejores condiciones que en Figueruelas
Los portavoces de la filial industrial en España del mayor fabricante europeo de coches no ocultan su disgusto cuando son consultados acerca del estado de la situación. El daño causado a la confianza de la central en Wolfsburgo es ya 'irreparable', según la filial española. Un portavoz de la compañía afirmó a Cinco Días que la postura de la plantilla le parece 'suicida' e incomprensible'. La referencia en las oficinas de la planta en la localidad navarra de Landaben se encuentra algo más al sur. Recientemente, la negativa de la plantilla de la planta de Opel en Figueruelas (Aragón) a aceptar varias medidas de eficiencia y ahorro puso en peligro la adjudicación del nuevo Meriva, un peligro que, finalmente, se conjuró. 'Y encima, las condiciones que ofrecemos son mejores que las que ofrecía GM a su plantilla', afirmaron las fuentes citadas.