Nueva protesta masiva contra el contrato juvenil en Francia
Estudiantes y sindicatos protagonizaron ayer la quinta jornada de paros y manifestaciones en toda Francia para exigir la retirada del contrato de primer empleo (CPE), que precariza la situación laboral de los jóvenes de 26 años.
En la habitual batalla de cifras, más de 935.000 personas desfilaron en las 200 manifestaciones convocadas por todo el país, según el Ministerio de Interior, mientras que los organizadores contaron más de tres millones de manifestantes.
Al mismo tiempo que el ambiente festivo inundaba las calles de París, donde el desfile salió de la Plaza de Italia a las dos de la tarde, el primer ministro, Dominique de Villepin, lanzaba sus últimas granadas en su lucha contra los sindicatos en la sesión de control del Gobierno en la Asamblea Nacional, desesperado por entonar la autoridad que ya no tiene en la crisis abierta por su ideado contrato juvenil.
Ante un hemiciclo especialmente hostil, el primer ministro aseguró que 'el Gobierno no bajará los brazos, no se unirá a aquellos que llevan al país hacia el inmovilismo'.
Sin embargo, el presidente del grupo socialista en el Parlamento, Jean-Marc Ayrault, le recordó su falta de autoridad. 'Usted ya no gobierna', dijo, antes de criticar la situación 'surrealista' que vive el país después de que el propio Chirac enterrara de facto el proyecto el pasado viernes. Ese día en un discurso ambiguo, el presidente francés promulgó la ley de reforma laboral y pidió al mismo tiempo que no se aplicara. Una forma de evitar la desautorización a su primer ministro, que ahora ha llevado a ambos a las fauces de su principal enemigo político, Nicolas Sarkozy, que se ha propuesto para negociar con los sindicatos.
Será precisamente Sarkozy como presidente de la UMP (el partido del Gobierno), el encargado de revisar el texto con los sindicatos.
No obstante, las centrales, que hoy se reunirán con los presidentes de este partido en el Parlamento y en el Senado, irán con la misma exigencia: la retirada del proyecto antes de iniciar la negociación. Esta petición es cada vez más probable que se haga realidad, vista la propuesta de Bernard Accoyer, presidente de la UMP en la Asamblea Nacional. Accoyer sugirió ayer sentarse a negociar 'sin prejuicios sobre el contenido del proyecto de ley' que sustituya al ya fallecido CPE.
Jornada a medio gas en el transporte público
Si bien las manifestaciones tuvieron la misma fuerza que durante la última jornada de protestas en la pasada semana, los paros laborales tuvieron, en cambio, un menor seguimiento. Una prueba de ello fue el transporte público. Vivió una jornada a medio gas pero quedó lejos de la paralización del país de hace siete días. Ayer, el 70% de los trenes funcionó con normalidad.El tráfico aéreo volvió a la normalidad por la tarde, después de retrasos de hasta una hora y media registrados en el aeropuerto de Orly. Iberia, Air France y Ryanair se vieron obligadas a cancelar por la mañana de 17 vuelos correspondientes a sus conexiones entre España y Francia, al tiempo que Spanair y Air Europa vieron cómo varias de sus operaciones programadas sufrían demoras sustanciales. En el resto de servicios públicos sólo hubo un seguimiento del 20%.