El TDC condena a Cirsa por una antigua red de bingos simultáneos, pero no la multa
El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) ha resuelto considerar como 'conductas restrictivas de la competencia' los contratos firmados entre el grupo Cirsa y Red Madrid, una asociación de bingos de la Comunidad de Madrid que pretendía la operación simultánea de estas salas de juego. Esta asociación, creada hace cuatro años, es diferente de la Red Madrid que existe actualmente y que desde hace un año opera en la Comunidad la modalidad de bingo simultáneo.
La primera asociación nunca llegó a funcionar ya que su modalidad de contrato impedía la libre competencia. Este hecho ha motivado que el TDC haya condenado a Cirsa pero no la haya impuesto ninguna multa.
El tribunal ha considerado contrarias a la competencia la 'adopción de acuerdos formalizados mediante contratos de larga duración con cláusulas de exclusividad, de tanteo y de penalización del desistimiento, que podrían tener el efecto de eliminar la competencia en los mercados de la Comunidad de Madrid de organización de juegos de azar simultáneos en red'.
En los acuerdos firmados hace más de tres años por Cirsa Interactive y Red Madrid, la filial del grupo catalán se aseguraba la exclusividad de su asistencia técnica durante un periodo de siete años, 'no sólo para la organización del bingo simultáneo, sino también para otras formas de juegos colectivos interconexionados que pudieran autorizarse'.
Además, el contrato fijaba como condición que al menos 60 de los 78 bingos que entonces existían en la región estuvieran adheridos al sistema en condición de exclusividad y con una fuerte penalización en el caso de desistimiento. El TDC considera que este contrato impedía la aparición de un sistema de bingo simultáneo alternativo y que obstaculizaba la libertad de las salas para adherirse o salirse de la red.
El Tribunal estima que 'el alto número de salas de bingo que se tenían que integrar en el sistema, la frecuencia diaria y el horario estratégico de las partidas simultáneas distribuidas constituían elementos que, unidos a la exclusividad, derecho de tanteo y forzada fidelidad que los contratos establecían, tenían el potencial de impedir la competencia' en dos mercados: 'el de prestación de los servicios necesarios (hardware, software) para posibilitar el juego conexionado entre salas, con exclusión de los competidores de Cirsa, y el mercado de organización de bingos simultáneos, cerrando el acceso a posibles asociaciones competidoras de Red Madrid. Actualmente, Cirsa Interactive gestiona una red de juego simultánea con 45 bingos, 14 de los cuales pertenecen al grupo catalán.