La alimentación ecológica se populariza en Estados Unidos
Una tarde cualquiera de cualquier día de la semana las filas de las 36 cajas del supermercado Whole Foods Market en la calle 14 de Manhattan pueden llegar hasta la misma puerta de entrada. Las filas son ágiles y pocos desisten de su intento de comprar en este establecimiento que abrió sus puertas hace sólo un año.
El trajín en este establecimiento de la cadena especializada hace 25 años en comida orgánica -disponen de cerca de 180 tiendas en Norteamérica y Reino Unido-, es una de las medidas del éxito, no solo de esta empresa, sino también del tipo de productos que comercializa. A este éxito, que hasta hace poco era cosa de la cadena Whole Foods (y similares como Wild Oats), pero sobre todo de las tiendas alternativas de barrio y los mercados de granjeros en la calle, se apuntan ya las grandes superficies y supermercados generalistas.
La última en sumarse ha sido la todo poderosa Wal-Mart. En marzo, la mayor cadena de distribución del mundo anunció que duplicará su oferta de productos con certificado de orgánico (o ecológico) que ofrece a sus clientes. En total, la compañía ofrecerá hasta 400 productos que no han sido procesados con pesticidas, fertilizantes sintéticos, antibióticos y hormonas, que es lo que les da la categoría de orgánicos. En verano, también ofrecerá una línea de ropa para niños de algodón orgánico.
Además, esta gran cadena quiere que el pescado que no sea de criadero (un tercio de sus ventas de pescado) se pesque de forma sostenible.
La decisión de Wal-Mart viene precedida de otras grandes cadenas de alimentación generalistas como Safeway, Costco, y otros supermercados generalistas de barrios como Met o Morton Williams en los que ya se encuentra arroz, legumbres, enlatados y congelados certificados como orgánicos. El supermercado en internet Freshdirect.com también ha ampliado su oferta orgánica en los últimos meses.
Los representantes de Wal-Mart han comentado a los analistas a los que presentaron sus planes, que antes de tomar esta decisión han estado años observando el crecimiento de este tipo de productos. Lo que han visto es que dentro de los 554.000 millones de dólares que mueve anualmente la industria de la alimentación en EE UU, el nicho de lo orgánico es pequeño pues apenas mueve 15.000 millones de dólares (según la Asociación de Consumidores Orgánicos, OCA en inglés). No obstante es el que más rápidamente crece. Lo ha hecho a un ritmo anual cercano al 20% en los últimos ejercicios frente al 2% o 3% de los productos generales. En 2009 se espera que mueva unos 32.000 millones de dólares.
El crecimiento además llega con un alto margen de beneficios, un lujo en la industria de la alimentación y la distribución, porque aunque hay una epidemia de obesidad en EE UU y un alto consumo de comida calificada como basura, cada vez son más los ciudadanos de clase media que se animan a pagar el precio más alto de estos alimentos por los beneficios que aportan para la salud.
'La gente se está educando en sus prácticas alimentarias', afirma Nancy Olffen, voluntaria de la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA, en sus siglas en inglés). Olffen explica además que muchas personas están descubriendo estos alimentos por necesidades de salud y la preocupación por una dieta equilibrada entre los diabéticos o los alérgicos. 'Saben qué hay en esta comida y pueden comprar sin problemas'. La portavoz de Whole Foods, Kate Lowery, afirma a Cinco Días que la salud 'es una de las puertas de entrada a este tipo de comida'.
Pese a toda la competencia en las tiendas alternativas no hay mucho revuelo, y no ha decaído la clientela en los mercados de granjeros. Lowery que explica que el crecimiento de Whole Foods ha ayudado de forma esencial a la expansión de la comida orgánica asegura que 'es positivo que cada vez haya mas oferta'. 'Entre otras cosas se incrementa la concienciación y la oferta y eso es bueno para el planeta por que es una agricultura sostenible', dice.
Mayor oferta
La decisión de Wal-Mart puede hacer que más agricultores y granjeros se animen a cambiar sus cultivos y certifiquen sus granjas y cultivos como orgánicos. Además las compañías tradicionales de alimentación pueden volcarse más en este nicho.Y es que aunque no es tan difícil como antes 'cuando empezamos nosotros por que había una oferta muy pequeña', recuerda Lowery, sigue habiendo en el sector un cierto déficit de producción y el año pasado el 10% de lo que movió el mercado en EE UU fue importado.Wal-Mart no pretende convertirse en una tienda volcada en estos productos pero sí quiere hacerlos asequibles a más gente. Al ser una empresa en la que se premia lo económico es de esperar que se rebajen unos precios que están lejos de ser populares aunque, en general, no son tan elevados como en España.