Medidas ante el alza de tipos
El Plan de Dinamización económica aprobado el viernes por el Ejecutivo pretende corregir la inflación -instalada en el ya peligroso entorno del 4%- y el abultado déficit exterior, dos de los factores que más amenazan el crecimiento y la estabilidad macroeconómica del país. El plan incluye, además, una serie de medidas destinadas a impulsar la competencia en el mercado hipotecario que traerán consigo un abaratamiento de los costes ligados a estos préstamos y un alivio para los millones de familias que han recurrido al endeudamiento para costear la financiación de la vivienda.
Las medidas aprobadas prevén recortar las comisiones y aranceles en los cambios y cancelaciones de hipotecas, y el fomento de los créditos con tipo de interés mixto. El equipo económico del Gobierno se anticipa así a los posibles efectos de la progresiva subida de tipos de interés iniciada por el Banco Central Europeo (BCE). Aunque el propio Solbes señaló reiteradamente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la subida de tipos será 'moderada', a nadie escapa que el encarecimiento del precio del dinero puede colocar en una posición difícil a algunos hogares. Si esto sucede, se pondrá en peligro el principal pilar del crecimiento económico del país que es, precisamente, el consumo de los hogares.
El Banco Central Europeo ha encarecido el precio del dinero desde el pasado mes de diciembre desde el mínimo histórico del 2%, que dió un fuerte impulso al boom inmobiliario español, al 2,5% actual. Además, sus responsables han advertiro en reiteradas ocasiones que será preciso seguir encareciendo el crédito para frenar las tensiones inflacionistas en Europa y los analistas dan por descontado que se colocarán, al menos, en el 3%.
El incremento de los tipos de interés hasta el 2,5% ha supuesto ya que las familias paguen una media de 40 euros más en su letra mensual de la hipoteca. Una factura que está abocada a seguir subiendo. El efecto del incremento de los tipos de interés se dejará notar de manera muy especial en las familias que contrataron su crédito cuando el precio oficial del dinero estaba en el 2% (la mitad de las que tienen contratado un préstamo hipotecario en estos momentos).
Además, los precios inmobiliarios siguen registrando incrementos anuales de dos dígitos a pesar de los continuos anuncios de que el sector empieza a enfriarse. Y las promotoras de vivienda siguen esperando una demanda robusta (sin llegar a las más de 700.000 viviendas visadas el año pasado) gracias, entre otros factores, a la creciente demanda de los inmigrantes.
Habrá que esperar algún tiempo para valorar el efecto de las medidas aprobadas por el Ejecutivo, pero en principio todo cambio destinado a impulsar la competencia ha de ser valorado positivamente. Especialmente cuando atañe a segmentos tan críticos de la actividad económica del país como el sector inmobiliario y la estabilidad financiera, y capacidad de consumo, de los hogares.