Los accionistas de Iberdrola homenajean a Íñigo de Oriol en la junta de su despedida

A Oriol le dieron ayer un homenaje un mes antes de abandonar la presidencia de Iberdrola. Por la mañana, en la junta que celebró la compañía en el Palacio de Euskalduna de la capital vizcaína.

En este escenario, que en temporada acoge las mejores operas, los accionistas, como si fuera un tenor de prestigio, le dedicaron puestos en pie casi minuto y medio de aplausos una vez terminada su intervención. El público se aplicó de nuevo cuando cerró la asamblea, aunque con menor intensidad.

El tributo se prolongó al mediodía, cuando consejeros y directivos de la firma eléctrica, amigos e invitados de renombre, en total más de 300 personas, celebraron una comida de hermandad en la Sociedad Bilbaína, un lugar de referencia para la sociedad vizcaína, con el objetivo de despedir a Íñigo de Oriol que ha permanecido 47 años en la sociedad. Al frente del coro de despedida se colocó Ignacio Sánchez Galán, su sucesor al frente del grupo eléctrico y actual vicepresidente ejecutivo de la compañía.

Media hora de discurso, recorrido por su historia personal, evolución de la sociedad durante su presidencia y agradecimientos varios. Consejo de administración, trabajadores, sobre todos los más cercanos, incluidos sus secretarias y sus chóferes 'que le han dado la vuelta por España', y accionistas, centraron los agradecimientos del presidente saliente. La respuestas se encuadraron en el mismo guión.

Los cinco accionistas que intervinieron en la junta, uno de ellos, responsable de la sección sindical de UGT, mayoritaria en Iberdrola, alabaron la figura y la gestión del presidente. Y, Galán, se entregó con especial interés. 'Gracias, muchísimas gracias, Íñigo', le dijo.