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Sociedad de la Información

España es el único país que se niega a acabar con el 'roaming'

La CMT es el único regulador europeo que se opone a suprimir definitivamente las tarifas suplementarias por el roaming internacional. Aun así, la comisaria europea Viviane Reding subrayó ayer su intención de acabar con una práctica que reporta a los operadores 10.000 millones de euros anuales.

Millones de turistas, estudiantes, ejecutivos y empresarios pueden ver drásticamente reducida a partir del verano de 2007 la factura del móvil durante sus viajes por la Unión Europea.

La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, confirmó ayer su intención de aprobar un proyecto de Reglamento comunitario que suprimirá los actuales costes suplementarios por las llamadas hechas o recibidas en un país distinto al de residencia. Bruselas obligará, además, a que el las tarifas interoperadoras se ajusten a costes y que el ahorro se traslade al cliente final.

La medida puede recortar beneficios para las operadoras y, en especial, para las de países receptores de turistas como España. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha sido, de hecho, el único regulador nacional que no ha suscrito de momento la propuesta comunitaria, según reveló ayer Kip Meek, actual presidente del Grupo Regulador Europeo.

'Nos parece bien que los precios minoristas sean los que se aplican en cada país a las llamadas nacionales', justificaba ayer una portavoz de la CMT la resistencia del organismo. 'Pero en el caso de España debe permitirse un porcentaje adicional como compensación por las importantes inversiones que han hecho los operadores para atender el aumento de la demanda durante el periodo estival'.

España recibe más de 55 millones de turistas, la mayoría de los cuales son ávidos consumidores de telefonía móvil. El turista alemán que llama a casa desde su aparato paga un euro por minuto de roaming por utilizar la red de alguno de los tres operadores españoles (Amena, Movistar o Vodafone).

Pero lo más intolerable para la Comisión es que ese mismo turista también abona 2,20 euros como mínimo por cada cuatro minutos de llamada que recibe desde su país. '¡Y las compañías facturan incluso cuando el cliente ha apagado el teléfono y es su buzón de voz el que responde!' se escandalizaba ayer Reding.

Infructuosa batalla para rebajar las tarifas

La Comisión Europea ha optado por la vía reglamentaria para acabar con la factura del roaming internacional después de años de infructuosos intentos para reducir las tarifas de ese servicio. Tras varias investigaciones sectoriales, la CE intenta desde septiembre de 2005 avergonzar a las operadoras con una página web que recoge algunas de las tarifas más disparatadas. La CE actualizó ayer esa información y parece que los seis meses en la picota han dado poco resultado. 'En España, incluso, los precios han aumentado', señala la CE. El usuario español que cruza la frontera portuguesa o la francesa abona más de tres euros por llamar a casa y entre dos y tres por recibir una llamada. Pero hay casos aún peores, según la CE. 'El usuario lituano paga la increíble cifra de 12,08 euros por llamar a su país desde Francia'.

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