'Vamos a acabar con el 'roaming' por la vía reglamentaria'

La paciencia de Reding con los operadores de móvil se ha agotado. La responsable comunitaria del sector presentará hoy en Bruselas un proyecto de reglamento que prohíbe definitivamente todos los suplementos por roaming

Ajetreo, nervios y carreras eran ayer la nota dominante en el departamento comunitario de Sociedad de la Información. Su responsable, la comisaria Viviane Reding (Luxemburgo, 1951), remataba en la planta 12 del Berlaymont, sede de la Comisión Europea, sus planes para presentar hoy en público una de las medidas más ambiciosas y previsiblemente polémicas de su mandato. Reding parece convencida de que el esfuerzo merece la pena porque permitirá 'acabar con las tarifas astronómicas que soportan los usuarios de un móvil por el servicio de itinerancia internacional'.

Más de un tercio de la última factura del móvil de Cinco Días en Bruselas corresponde, como casi todos los meses, a cargos por roaming. ¿Qué piensa la CE de esta situación?

Ya hemos visto que los precios del roaming son demasiado elevados y sin relación con los costes reales y los márgenes de beneficio. No hay transparencia Son una enorme carga para estudiantes, turistas, empresarios... Le decimos a la gente que aproveche las ventajas del mercado único, y después les castigamos cuando cruza las fronteras. Ya advertí que no permitiría que esto continuara así. En septiembre de 2005 colgamos en una página web los costes comparativos del roaming. Y dije claramente que si en seis meses los precios no se habían reducido, intervendríamos por vía regulatoria. Ha pasado el plazo y en 18 países los precios continúan igual y en cuatro, han subido. El mercado no ha sido capaz de resolver el problemas por sí mismo, así que la CE debe actuar en interés de los ciudadanos.

'Las tarifas han seguido subiendo a pesar de mi advertencia'

'El reglamento prohibirá las tarifas por recibir llamadas en otro país'

¿Cuál es la situación en España?

Los precios del roaming internacional han aumentado desde septiembre a marzo, aunque es verdad que la media de precios en España se encuentra todavía por debajo de la de otros países. En la mayoría de los destinos el precio es cuatro euros por cada cuatro minutos de roaming. Hay una excepción, cuando el consumidor español hace roaming en Letonia...

No ocurre muy a menudo...

Pero tenemos un mercado común y quizá haya un empresario español que hace negocios en ese país. Y en ese caso, el precio ha subido de 7,20 a 8,35 euros por cada cuatro minutos. Es absolutamente anormal. Lo que resulta positivo en el caso español es que el precio por recibir llamadas en el extranjero se ha reducido en un 25%.

No está mal.

Pero es completamente ilógico pagar por recibir una llamada.

¿Alguna otra característica destacable en el mercado español?

Las tarifas por los servicios de prepago son extremadamente elevados en comparación con los contratos fijos. Son alrededor de 4,5 euros por cada cuatro minutos. Hay algunos planes más baratos, pero las tarifas habituales son muy, muy elevadas. En resumen, no hay movimientos significativos en el mercado, ni en el español ni en el europeo. Los precios son demasiado elevados y sin relación con los costes reales.

¿Y cuál es su propuesta para corregirlo?

Un reglamento, porque el mercado no ha sido capaz de resolver el problema.

¿Y en qué va a consistir esa regulación?

En primer lugar, las tarifas por recibir llamadas desaparecerán. Si alguien está en Bruselas y recibe una llamada desde Madrid, quien llame correrá con todos los costes. Y quien la recibe no pagará ninguna tarifa suplementaria. Ahora mismo, incluso si se apaga el teléfono durante una visita al extranjero, hay que pagar porque alguien te ha dejado un mensaje.

¿Qué ocurrirá cuando la llamada la realiza quien está en el extranjero?

Si alguien está en Bruselas con su móvil español y llama a un taxi, pagará como una llamada local. Ahora, tiene que pagar el roaming internacional y a veces la llamada es más cara que el propio trayecto en el taxi.

¿Y si la llamada es a otro país?

Se pagará como una llamada internacional, sin más. En otras palabras, el roaming desaparece y en el futuro los clientes serán tratados como ciudadanos normales con independencia de en qué parte de Europa se encuentren. Cuando un español viaje al extranjero, pagará lo mismo por una llamada local en el tercer país que si la hiciera en su país. Y lo mismo para las internacionales. Transparente y claro.

¿Es técnicamente posible esa revolución?

Por supuesto que sí. El mismo día 8 de febrero que expliqué mi idea a los reguladores del sector telefónico en París un operador irlandés anunció la supresión total de todas las tarifas de roaming internacional. Es posible.

Hay expertos que atribuyen el éxito de la telefonía móvil en Europa al hecho de que quien llama paga siempre lo mismo con independencia de dónde se encuentra el interlocutor. En EE UU no es así y parece que la telefonía se ha desarrollado menos. ¿Se corre el riesgo de que ocurra aquí lo mismo con su norma?

El sistema estadounidense es deficiente. Nosotros tenemos el mejor sistema de telefonía móvil. Se pude ir de un lado a otro, sin fisuras en la conexión. El único problema que tenemos son las tarifas increíblemente altas del roaming. Así que queremos darle al consumidor los beneficios del mercado único.

La CE aprobó un reglamento similar al reducir las comisiones bancarias de las transferencias. Entonces el sector dijo que la medida provocaría un encarecimiento de otros servicios. ¿Puede ocurrir lo mismo ahora?

Regularemos también los precios mayoristas para que se ajusten a costes. Y preservaremos el equilibrio para que la competencia continúe. Y los reguladores nacionales deberán mirar los costes de otros servicios, como la itinerancia nacional.

Necesita el apoyo de las capitales para aprobar este reglamento. ¿Lo tiene?

Las conclusiones del último Consejo Europeo 23 y 24 de marzo dicen que hay que reducir los costes de la itinerancia internacional porque son una barrera para la competitividad.

Entonces, ¿cuándo piensa que entrará en vigor el reglamento?

Eso depende de los Estados miembros y del Parlamento Europeo. Yo pondré sobre la mesa la propuesta antes del verano, para que la presidencia finlandesa de la UE pueda trabajar sobre ella durante el segundo semestre de 2006.

'Están obteniendo unos beneficios de fantasía'

Viviane Reding se ha pertrechado de datos para hacer frente a las previsibles críticas del sector de las telecomunicaciones contra su proyecto de Reglamento sobre servicios de itinerancia. 'Están obteniendo márgenes de beneficio de fantasía', dice la comisaria de Sociedad de la Información blandiendo cuadros que ilustran los costes medios de ese servicio. 'Hasta el 80 y el 90% en algunos casos', se indigna esta política conservadora luxemburguesa, miembro de la Comisión Europea desde 1999.En su primer mandato (hasta 2004), Reding se ocupó de una cartera mucho menos polémica, la de Educación y Cultura, donde destacó por su apoyo a los programas de intercambio de estudiantes como Erasmus y a los programas de financiación de la cinematografía europea.Ahora, es la máxima responsable comunitaria de un sector que supone el 8% del producto interior bruto de la UE. A su predecesor, Erkki Liikanen, se le consideraba muy próximo a las tesis de las grandes empresas. Reding parecía haber heredado esa tendencia, en línea, además, con las tesis pro-industriales de la actual Comisión de José Manuel Barroso. Pero en relación con el coste del roaming se muestra decidida a enfrentarse a gigantes de la talla de Vodafone, Telefónica o France Télécom. Reding sabe que de su actuación depende el abaratamiento de la factura de cientos de miles de usuarios de móvil.'Los reguladores nacionales', confiesa, 'no pueden hacer nada en este tema porque son tarifas de servicios internacionales y están convencidos de que la industria no se moverá si no hay una intervención a nivel comunitario'. Hoy presenta en Bruselas la actualización de la página web sobre tarifas de roaming con la que intenta avergonzar a las compañías. Su próximo objetivo es que ese coste desaparezca totalmente.