La publicación del Código Unificado se retrasará al menos un mes
Los expertos más optimistas sitúan la fecha de finalización de los trabajos que desembocarán en el futuro Código Unificado de buen gobierno a finales de abril, con lo que su publicación definitiva se llevaría a cabo a principios de mayo. El calendario inicial que manejaba la Comisión Conthe fijaba en el próximo viernes 31 la fecha límite para aprobar el Código. Las fuertes críticas realizadas y las discusiones internas, motivos del retraso. Los componentes de la Comisión mantienen sesiones maratonianas
No es por falta de dedicación. El grupo de trabajo encargado de elaborar un nuevo Código de buen gobierno se lo ha tomado muy en serio y sus miembros están dedicando muchas horas a redactar un texto que contenga un cuerpo de recomendaciones adaptado a la situación actual de las empresas en España y que incorpore además las tendencias de otras -como las de la Comisión Europea- sobre consejeros externos y comisiones del consejo o sobre retribuciones de consejeros de sociedades cotizadas. El calendario inicial que manejaban los miembros de la comisión contemplaba dos reuniones desde el mes desde septiembre a enero. En ese mes sería cuando se sacarían el borrador y, después, se celebraría una reunión mensual entre enero y marzo.
Las aceradas críticas vertidas desde múltiples ámbitos al borrador que la CNMV hizo público a mediados del mes de enero, sin embargo, no están poniendo las cosas fáciles a los componentes de la comisión, que se han visto obligados a hacer horas extra para redactar un nuevo documento que lime muchas de las asperezas que produjo el borrador. Si entre septiembre y enero el grupo necesitó 19 sesiones para sacar adelante el borrador, sólo durante este último mes algunos de los miembros del grupo tenían señaladas en sus agendas casi el mismo número de reuniones. Y los trabajos no se han acabado.
Lo cierto es que desde el pasado 28 de febrero, cuando se cerró el periodo de consulta pública, la comisión Conthe ha estado trabajando a marchas forzadas en el documento definitivo. Deberían haberlo finalizado antes de que acabara el mes. Sin embargo, fuentes cercanas a la Comisión aseguran que aún necesitarán al menos todo el mes de abril para ultimar sus trabajos y suavizar, entre otros aspectos, el tono en el que están redactadas las recomendaciones y que ha llevado a que muchos las tachen de excesivamente imperativas y, por tanto, intervencionistas.
Disensiones
'Todavía hay peleas dialécticas en el seno de la comisión', aseguran fuentes cercanas a los redactores del Código, que insisten en que los componentes de la comisión están dedicando muchas horas a moderar y a matizar las recomendaciones que aparecieron en el borrador del documento.
Lo cierto es que se veía venir. El presidente de la CNMV y del grupo de expertos, Manuel Conthe, señaló ya durante la presentación del borrador que éste era poco más que un punto de partida. 'Es perfectible', afirmó. Tanto, que sus propios autores añadían a las recomendaciones recogidas en el documento un listado de preguntas sobre muchas de las propuestas que habían redactado. 'Se están teniendo en cuenta todas las alegaciones recibidas y algunas de ellas se están recogiendo, pero no de forma exhaustiva', señalan diversas fuentes conocedoras de los trabajos que realizan los miembros de la comisión.
Casi un centenar de alegaciones, en estudio
'Todas las alegaciones serán estudiadas y ayudarán a mejorar el texto', señaló Manuel Conthe, presidente de la CNMV y del grupo encargado de elaborar el documento al concluir el plazo abierto para la presentación de comentarios. A pesar de esta afirmación Conthe insistió en el carácter de recomendación del Código, e incidió en que el grupo estaba dispuesto a cambiar algunos de los tiempos verbales con el que están redactadas las recomendaciones. Y a pesar de que el presidente de la CNMV señaló que de las alegaciones recibidas cinco pertenecen a inversores extranjeros que apoyan el texto 'e incluso consideran que se queda corto', lo cierto es que la mayor parte de las alegaciones han sido muy críticas con el borrador. De hecho, las grandes empresas se unieron en una crítica frontal al Código. 27 sociedades cotizadas, la mayor parte de ellas del Ibex 35. Las cotizadas calificaron de 'extremadamente intervencionista' el borrador y pidieron la supresión de algunas de las recomendaciones y la reformulación de muchas otras. Demandaban poder autoorganizarse 'y dotarse de unos órganos de gestión adaptados a las peculiaridades propias de cada compañía'.