El Gobierno espera encauzar el proceso de paz en seis meses
Seis meses es el plazo que se maneja en La Moncloa para tener mínimamente encauzado el proceso abierto tras la declaración del alto el fuego de ETA. Entre los principales obstáculos a superar figura la autorización por el Congreso del diálogo con la organización terrorista y la creación de la mesa de partidos prevista en el País Vasco.
La cautela dictada por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, no oculta el sólido optimismo que albergan el Gobierno y la dirección del PSOE sobre el horizonte que aguarda al proceso abierto el pasado miércoles por ETA. Fuentes de la ejecutiva socialista aseguran que hay mucho más camino recorrido del que se ve a simple vista, aunque haya elementos importantes fuera de control.
Uno de ellos es la actitud final que adoptará el PP. Mañana martes, Zapatero inicia con Mariano Rajoy la ronda de contactos con los principales líderes políticos, orientada a preparar la comparecencia que en los próximos meses prevé efectuar en el Congreso para, en cumplimiento de la resolución aprobada en mayo, solicitar la autorización para dialogar con la organización terrorista. Zapatero tiene pensado encarar este paso tras el debate del estado de la nación, previsto para la segunda semana de mayo y, en todo caso, después de que se haya verificado la voluntad real de ETA de abandonar la violencia.
En la entrevista de mañana con Rajoy, Zapatero prevé despejar de una vez por todas la actitud que mantendrá el PP durante la evolución del proceso, lastrada en los primeros momentos por el cruce de declaraciones contradictorias entre dirigentes de este partido.
La precipitación con la que el lendakari Juan José Ibarretxe apostó la semana pasada por la formación de una mesa de partidos fue matizada en el pleno celebrado el viernes en el Parlamento vasco, donde dejó claro que este foro de diálogo no verá la luz hasta después del verano.
En los próximos meses, las principales fuerzas políticas vascas tendrán que pactar la agenda y el método de trabajo de esta mesa, concebida como el lugar de encuentro en el que ETA delegará en la izquierda aberzale la interlocución política propiamente dicha, un hecho que carece de precedentes.
El macrojuicio contra ETA, todavía pendiente
Otro de los elementos del proceso que preocupa al Gobierno es la evolución del cerco judicial contra la cúpula de la ilegalizada Batasuna, uno de los motivos de que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, solicitara recientemente a los jueces que tuvieran en cuenta el nuevo escenario abierto por el alto el fuego, iniciativa que provocó cierta polémica. Aunque en la dirección del PSOE se cree que el proceso está blindado, incluso, contra futuras decisiones judiciales, este factor no deja de ser motivo de preocupación. En breve se reanudará el macrojuicio contra más de medio centenar de presuntos integrantes del entorno de ETA, aplazado en cinco ocasiones, y en el que ya ha declarado más de una veintena de imputados.