La Biblioteca Nacional homenajea a Rembrandt
Exhibe más de 140 grabados del artista holandés
Rembrandt grabó alrededor de 300 estampas entre 1628 y 1665. Aguafuerte, buril y punta seca fueron las técnicas que consagraron al artista como el mayor grabador de la historia. En el cuarto centenario de su nacimiento, la Biblioteca Nacional de España presenta la exposición Rembrandt. La luz de la sombra, que pretende mostrar al público 'el arte de grabar y la sabiduría' del artista, en palabras de la directora de la institución Rosa Regàs.
La Biblioteca Nacional en colaboración con la Bibliothèque Nationale de France aportan sus mejores ejemplares a esta exposición patrocinada por Fundació Caixa Catalunya, que ha sido visitada ya en Barcelona y que tras su clausura en Madrid, el próximo 11 de junio, viajará a París.
Las comisarias Gisèle Lambert y Elena Santiago han seleccionado 146 grabados por su rareza y calidad, muchos de ellos pruebas de estado y todos estampados por Rembrandt. 'Cada uno es una obra maestra. Pocas veces ha tenido ocasión el público de ver grabados de tanta calidad', destaca Regàs.
Rembrandt. La luz de la sombra, inaugurada ayer por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, quiere poner de manifiesto la constante búsqueda y experimentación de Rembrandt en el campo del grabado. En muchos casos, se muestra todo el proceso de creación de una imagen a través de las pruebas que el artista iba estampando para comprobar el estado de su trabajo sobre la plancha. Junto a las obras, se exhiben dos planchas de cobre grabadas por Rembrandt y un libro del artista.
Para Alex Susana, director de la Fundació Caixa Catalunya, la exposición hace hincapié en aspectos que marcaron un antes y un después en el campo del grabado. 'Hasta Rembrandt, cada estado o prueba supera al anterior; a partir del artista, cada obra tiene significado por sí misma'.
Rembrandt consiguió con el grabado y la estampación lo que nadie había logrado hasta entonces, representar, a partir de una misma plancha, secuencias temporales y dramáticas, explican las comisarias. A diferencia de otros artistas, Rembrandt tiene un mundo propio y, al mismo tiempo, está inserto en la sociedad que le rodea.
Un mundo que la exposición pone al descubierto. Los autorretratos y los retratos de su familia ayudan a reconstruir su biografía, desde sus primeros años en Leiden en casa de sus padres hasta después de la muerte de su primera esposa, Saskia. Las estampas religiosas incluidas en la muestra dejan traslucir su manera de entender e interpretar la Biblia, de la que extrae siempre el lado más humano. Las estampas de paisajes revelan la sensibilidad del artista para representar el momento. La selección finaliza con nueve retratos grabados, que permiten admirar la capacidad de penetración psicológica de Rembrandt.
Temas para estampas
Rembrandt trató en sus grabados diferentes temas: religiosos, autorretratos, retratos de familia, escenas de caza, desnudos, animales o paisajes. El más antiguo de los expuestos es El artista y su modelo, de 1639, elegido como portada del catálogo. En él, el fondo terminado contrasta con la parte inferior de la estampa dejada en estado de boceto. La última estampa fechada por Rembrandt es La mujer de la flecha, de 1661. En ella, se ve a una joven desnuda, sentada de espaldas sobre un lecho. En la exposición también se pueden admirar varios autorretratos, un género al que Rembrandt se dedicó con perseverancia y convicción. Entre ellos, destaca Rembrandt con la mirada extraviada, en el que sobrecoge la expresión de estupor.