Bruselas aprueba el arancel 'anti dumping' para la importación de zapatos de China y Vietnam.
La Comisión Europea ha aprobado hoy los nuevos aranceles extraordinarios sobre las importaciones de zapatos de cuero procedentes de China y Vietnam. La medida tiene como objetivo hacer frente al dumping, o venta por debajo del precio de coste, de estos productos desde esos dos países.
La medida, que comenzará a aplicarse el próximo 7 de abril, crea un gravamen del 4,8% para los zapatos chinos y del 4,2% para los vietnamitas, e irá aumentando progresivamente, hasta su aplicación plena -19,4% para China y 16,8% para Vietnam- a partir del próximo 15 de septiembre.
De los nuevos aranceles quedarán excluidos los zapatos de niño (los que tienen tacón de menos de tres centímetros y talla inferior al 37), para evitar un impacto excesivo en las familias más pobres, y los deportivos de alta tecnología, cuya producción en Europa no es significativa.
La investigación llevada a cabo por la Comisión Europea encontró "claras evidencias" de intervención estatal en la producción de calzado en China y Vietnam, con subsidios ocultos, en la forma de créditos a tipos de interés por debajo del mercado, coste del suelo más bajo, evaluación de activos inadecuada y "vacaciones fiscales".
Todo ello permite a los fabricantes de esos dos países exportar a la UE por debajo del precio de producción (dumping), lo que ha provocado un daño que la Comisión Europea pretende remediar con la imposición de los aranceles.
Voluntad de cooperación con China y Vietnam
En una nota de prensa, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, ha reiterado hoy su voluntad de trabajar con las autoridades chinas y vietnamitas para resolver esta situación. En opinión de Mandelson, es importante actuar contra las prácticas comerciales injustas, al tiempo que se impulsa la competencia legítima de las economías emergentes. El Ejecutivo comunitario insistió en que los nuevos aranceles sólo afectarán a 9 de cada 100 pares de zapatos vendidos en la UE y explicó que supondrán una subida del precio de importación en torno a los 1,5 euros (respecto a 8,5 euros de coste medio), en un producto cuyo precio minorista oscila entre los 30 y 100 euros.
Bruselas alegó también que hay margen suficiente en la cadena de suministro para absorber este ligero incremento y repartirlo entre todas las gamas de productos, de manera que el efecto sobre el precio que pagan los consumidores sea mínimo. La aplicación de aranceles extraordinarios fue respaldada por el comité anti dumping, en el que están representados el Ejecutivo de la UE y los Veinticinco, aunque las desavenencias entre países llevan a que algunos se muestren partidarios de "medidas más fuertes" y otros pidan "una acción más restringida".