Los empresarios reclaman el fin de la extorsión y una buena gestión política
Los empresarios vascos reaccionaron ayer con optimismo ante el anuncio de alto el fuego de ETA, aunque con cautela porque su memoria ha registrado que el anterior silencio de las armas sólo duró año y medio. Los hombres de negocios de Euskadi coincidieron en dos mensajes: que acaben las extorsiones y que los partidos políticos gestionen con acierto esta oportunidad histórica.
El alto el fuego anunciado por ETA fue acogido con optimismo entre los empresarios vascos, aunque como profesionales pragmáticos que son no olvidaron en la jornada de ayer que durante esta misma semana la banda terrorista ha seguido enviando cartas de extorsión a los inversores de Euskadi. Junto a esa cautela, los hombres de negocios de la comunidad autónoma coincidieron en reclamar el fin de esos chantajes económicos y la responsabilidad de las formaciones políticas, para que sepan gestionar bien una etapa que puede resultar histórica para el futuro de Euskadi.
Confebask, la patronal que aglutina a la mayoría de los empresarios de Euskadi, transmitió su 'satisfacción' por el mensaje de la banda terrorista, aunque advirtió que es necesario mantener 'una prudente cautela'. En el ánimo de la organización empresarial late la esperanza de que la jornada de ayer signifique un 'punto sin retorno', que deje atrás la violencia de ETA, que inició su historial de asesinatos hace 39 años.
Asimismo, Confebask espera a partir de ahora 'el cese inmediato y definitivo de todas las formas de violencia, extorsión y amenaza'. Una realidad que ha llevado a empresarios, políticos y profesionales liberales a convivir con guardaespaldas. Además, ETA hizo explosionar en 2005 una veintena de bombas en otras tantas empresas de todos los sectores, a las que luego acusó de no pagar el chantaje económico conocido como impuesto revolucionario.
El Círculo de Empresarios Vascos, un foro que aglutina a los principales ejecutivos de las mayores corporaciones ubicadas en Euskadi, se congratuló ayer por el anuncio del alto el fuego, e insistió en que ese mensaje venga acompañado por un 'cese de amenazas y chantajes' al empresariado. Lo contrario, según fuentes de esta organización, 'sería incompatible con cualquier nuevo escenario de paz y proceso'.
Las mismas ideas repitieron las patronales territoriales de Álava (SEA), Guipúzcoa (Adegi) y Vizcaya (Cebek), que además coincidieron en reclamar 'un mayor consenso y entendimiento' a las formaciones políticas y a los agentes sociales, 'para el logro de un marco pacífico y democrático, en el que las empresas puedan desarrollar su trabajo con normalidad y eficiencia, contribuyendo a la creación de riqueza y empleo'.
La principal patronal española (CEOE), en la que está incluida Confebask, rehusó valorar el comunicado de ETA, después de que recientemente, unas declaraciones de su presidente, José María Cuevas, sobre la situación en el País Vasco, levantaran ampollas entre el empresariado vasco.
Knörr: 'Hay que estar a la altura de las circunstancias'
Román Knörr, futuro presidente de la Cámara de Comercio de Álava, ex presidente de la patronal vasca Confebask y consejero del BBVA, declaró ayer sobre el anuncio del alto el fuego de ETA que los empresarios están 'razonablemente esperanzados, pero con la debida cautela. Lo importante es lo que viene a continuación tras el mensaje de la banda de ayer, porque la situación se puede complicar, en base a la capacidad de aguante y diálogo de todos, pero sobre todo del mundo cercano a ETA'. Knörr añadió que 'nuestros representantes políticos tienen que estar a la altura de las circunstancias, y tenemos que dejarles trabajar porque son los que tienen que intervenir en la posible negociación de un proceso de paz. Sobre el chantaje terrorista, el inversor alavés destacó que 'últimamente la presión sobre los empresarios ha sido muy acentuada y a todos los niveles, desde las grandes corporaciones empresariales a los accionistas de pymes, por lo que anuncios como este producen una sensación de alivio' entre los extorsionados.