La filial gala de Metrovacesa adquiere un inmueble en París por 130 millones
Metrovacesa ha dado un paso más en la ampliación de su negocio en Francia. Su filial en el país vecino, Gecina, anunció ayer que ha cerrado la compra de un edificio nuevo de oficinas de siete plantas por más de 130 millones de euros. El inmueble está localizado en un barrio en la periferia de París.
El vendedor ha sido el fondo de capital riesgo Carlyle, que recientemente adquirió uno de los edificios más emblemáticos de la Gran Vía de Madrid. La operación deberá quedar concluido 'en el transcurso de las próximas cuatro semanas', según comunicaron ayer ambas compañías.
Carlyle había adquirido el inmueble traspasado en abril de 2004. El presidente de Metrovacesa y de Gecina, Joaquín Rivero, aseguró que esta operación daba a Gecina grandes 'oportunidades', toda vez que se encuentra en el periférico barrio de Montreuil, 'una zona en pleno desarrollo' y que 'contribuirá fuertemente al crecimiento de la cartera de activos de la firma.
En los últimos meses, la filial francesa de Metrovacesa ha reforzado sus propiedades. Durante el último trimestre de 2005, la compañía ha llevado a cabo inversiones por 880 millones de euros. Entre ellos, destacan los 88.000 metros cuadrados en cuatro villas del Club Mediterranée u distintas oficinas en el barrio parisino de La Défense.
Carlyle, por su parte, no ha estado menos activo en el negocio inmobiliario a través de su filial Carlyle Europe Real Estate Partners. Aparte de la ya citada operación en el número 68 de la Gran Vía, el fondo de capital riesgo adquirió recientemente el histórico inmueble de la Imprenta Nacional, en París. Además, el fondo estadounidense posee otros cinco inmuebles de oficinas repartidos por París, más otro de las mismas características en la ciudad italiana de Milán, una cartera de siete centros comerciales en Alemania y 241 activos de distintas clases en Italia. Carlyle controla un segundo fondo, llamado Carlyle Europe Real Estate Partners II, que cuenta con un capital de 760 millones y que está 'en plena fase de inversiones', según el comunicado emitido ayer.
Metrovacesa posee en la actualidad el 68,5% de la segunda inmobiliaria francesa, participación que le costó 5.500 millones en 2005, una operación que convirtió a Metrovacesa en la segunda compañía del sector en Europa. La apuesta le ha salido al parecer tan bien, que recientemente, el ejecutivo confirmó su intención de continuar con la compra de inmobiliarias europeas para seguir creciendo y diversificando sus fuentes de ingresos.
Metrovacesa ha sacado buen provecho de su apuesta francesa. La compañía disparó su beneficio en 2005 tras consolidar los resultados con su filial francesa. La compañía presidida por el jerezano Joaquín Rivero incrementó su beneficio neto el 74,4%, hasta alcanzar los 381,9 millones. Con estos resultados, la compañía ha superado todas las previsiones estimadas para 2005.
Batalla española por el ladrillo en París
Metrovacesa no quiso ayer quedarse atrás en la incruenta batalla que mantienen las inmobilarias españolas por posicionarse de forma sólida en el mercado francés. Espoleadas por el favorable tratamiento fiscal que la legislación gala otorga a los beneficios que genere el mercado inmobiliario se han lanzado a cerrar espectaculares operaciones corporativas.El ejemplo más reciente lo protagonizó el lunes el grupo Sacyr Vallehermoso con la adquisición por un total de 600 millones de euros de la torre Adria, en el distrito financiero parisino de La Défense.El inmueble de 40 plantas y 54.000 metros cuadrados de oficinas se inauguró en 2002. Sacyr se lo adquirió a la gestora de fondos inmobiliarios del Deutsche Bank, que lo compró en 2003.