Inversiones financieras con dinero prestado
A través de créditos al mercado o con las garantías de otros activos, es posible aprovechar las oportunidades de la Bolsa o de los fondos sin disponer de capital
Por paradójico que parezca cada vez son más los inversores que, ávidos de aumentar su patrimonio, invierten a crédito. Esto es: solicitan financiación ajena para adquirir fondos de inversión, aumentar sus aportaciones anuales a planes de pensiones o, simplemente, comprar acciones en Bolsa.
Las opciones son numerosas, y aunque cada vez más utilizados, este tipo de préstamo sigue relegado a clientes de rentas altas. 'El perfil del usuario es el de un inversor muy activo, que tiene posiciones en varios productos y activos y que no quiere deshacerlas cuando ve otras oportunidades', señala Miguel Ángel Díaz, director de productos de banca personal de Deutsche Bank.
En ocasiones, las entidades se cubren las espaldas y piden alguna garantía, generalmente otros activos financieros. 'Si es mediante un depósito fijo se concede habitualmente la totalidad del dinero solicitado, pero si son acciones lo habitual es que sea el 50%', añade Díaz, quien subraya que la suscripción de estos créditos ha experimentado un fuerte aumento en dos años'.
La iniciativa de invertir a crédito la puso en marcha en España Bancoval, ahora denominada RBC Dexia Investor Services, y cuya utilización empezó siendo excepcional. Hoy se ha extendido a otras entidades, que comercializan productos específicos, y a un segmento mayor de inversores.
El crédito al mercado, el nombre genérico del producto de RBC Dexia, que está regulado en la Orden Ministerial del Ministerio de Economía y Hacienda de 25 de marzo de 1991, contempla muchas opciones, de las cuales Credibolsa es la más antigua. Este producto permite a los minoritarios invertir en los mercados sin disponer de todo el dinero o vender sin contar con los títulos. Entre las posibilidades que ofrece Credibolsa, que se puede suscribir a partir de 1.200 euros, es que permite mover un capital cuatro veces superior al disponible, lo que significa multiplicar las ganancias, pero también los riesgos. Además, permite invertir con expectativas alcistas de Bolsa y también bajistas. Para ello basta con depositar unas garantías que deben cubrir entre un 15% y un 25% (por ejemplo, 2.500 euros si se quieren comprar 1.000 títulos de un valor que cotiza a 10 euros) en función de la entidad con la que se opere. Credibolsa facilita el 75% del valor de los títulos que se desea adquirir en caso de una operación de compra, o presta la totalidad de los valores correspondientes en el caso de venta.
Esta operativa, que se puede contratar en más de 20 entidades, no es la única. De hecho, Bankinter, Inversis y Self Trade comercializan productos similares. Otra opción son los créditos inversión, como comúnmente se les denomina, que suponen una alternativa cuando el fin es disponer de capital para aprovechar alguna oportunidad. En estos casos las propias acciones o los fondos actúan como garantía. Dependiendo de cuáles se ofrezcan, la cobertura del crédito será del 50% o del 100%, en el caso de Deutsche Bank. En este caso, y también en el de Openbank -que también comercializa este producto-, las condiciones contemplan el pago de un tipo de interés, que oscila entre el 4,86% de Openbank (euribor más 2,4 puntos) y el 6,75% de Deutsche Bank para plazos superiores a los cinco años, o el 4,75% para periodos de hasta dos años.
Grandes patrimonios
Este tipo de créditos, denominados pignorados (la garantía es un activo financiero propiedad del cliente), están en la oferta de muchas entidades, pero su contratación queda relegada a grandes patrimonios. En algunos casos, de hecho, se circunscriben a los clientes de banca privada como sucede en el Santander. Entorno al 5% están los tipos que aplica esta entidad a esta modalidad.
Un ejemplo de la variedad de opciones que hay en el sector son los credidepósitos, los que están vinculados a las participaciones de los fondos o a los seguros. Incluso les hay que tienen como finalidad ofrecer al cliente la posibilidad de realizar aportaciones extraordinarias a sus planes de pensiones, caso del que ofrece Deutsche Bank o el del Santander, que permite al cliente completar aportaciones a su plan de pensiones hasta el límite establecido.
Créditos para comprar acciones sólo de la propia entidad (como ofrece el Santander) o para invertir en una cartera también del grupo (caso de BS Crédito Renta Variable) son otras posibilidades que permiten endeudarse para invertir.