BBVA no quiere ser un "banco grande" sino un "gran banco"
González se compromete a que este año será 'decisivo' para la entidad al marcarse unas claras diferencias sobre sus rivales 'por crecimiento e innovación'
Más sosegado que un año antes, el presidente del BBVA, Francisco González, esbozó ante los casi 2.500 accionistas que estaban presentes el sábado en el Palacio de Euskalduna de Bilbao los proyectos que tenía el grupo para los próximos ejercicios. Sólo las duras intervención de CC OO y más laxa la de UGT, ya anunciadas, para críticar las altas remuneraciones que han recibido los ejecutivos y el papel del banco en el frustrado intento de compra de la BNL en Italia, podían ensombrecer el acto. Pero el banco había sido previsor, y un día antes, el viernes, ejecutivos de BBVA se reunieron con CC OO y UGT para intentar llegar a un acuerdo sobre las peticiones laborales de ambos sindicatos. González, por ello, estaba más tranquilo.
Sin entrar en demasiados detalles, el banquero se comprometió, al igual que poco más tarde lo hiciera el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, a que durante el presente ejercicio BBVA 'va a marcar diferencias por crecimiento y por innovación' con respecto a sus más directos competidores. '2006 será un año decisivo' para la entidad, recalcó el presidente.
Pero los objetivos de BBVA se distancian cada vez más de los de Santander, o eso es al menos lo que pretende la cúpula del segundo banco español. González no quiere comparaciones de tamaño. Sus retos, según explicó, son otros, aunque tanto el mercado como su intervención del sábado hagan recordar siempre a su rival. De hecho, varios de los mensajes que transmitió el banquero parecía que tenían un claro destinatario: el Santander. Lógico si se tiene en cuenta que el banco que preside Emilio Botín también aprovechó la presentanción de resultados correspondientes a 2005 para recordar a su competidor que era uno de los grupos financieros más grandes del mundo, entre otros motivos, gracias a las compras.
González fue tajante: 'el que haga sólo compras no puede ser un líder global, porque vendrán otros que tengan un buen plan de negocio y lo harán mejor que él'. Y es que en BBVA 'no nos interesa ser el banco más grande, sino un gran banco, el mejor, el que crea más valor para los accionistas', explicó el banquero que poco antes reiteró que BBVA es el banco más rentable de Europa y el segundo más eficiente.
Por ello, su apuesta por realizar compras, algo que tras el fracaso de la operación de BNL parece reclamarle el mercado, se mantiene, pero matizada. 'Estamos muy activos y atentos a las oportunidades de crecimiento no orgánico. Oportunidades aparentes puede haber muchas, pero nosotros buscamos oportunidades reales, es decir, operaciones que cumplan nuestros criterios de máxima transparencia, encaje en nuestra estrategia y creación de valor', declaró González.
Estas afirmarciones contrastan con la estrategia de Santander. Botín dijo el 8 de febrero, algo más de un mes después de que se conociese que el francés BNP Paribas lanzaría una opa sobre BNL y que retiraba definitivamente de la puja a BBVA, que 'no basta con tener crecimientos recurrentes. Hay que aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado para asegurarse el crecimiento a medio y largo plazo. Sino se acaba la gasolina'.
Pero González busca antes que nada la rentabilidad, y cualquier operación de compra tiene que pasar inevitablemente por este parámetro, según reiteró ante los accionistas. Y como ejemplo, y saliéndose de un discurso más o menos aprendido (intentó explicar el proyecto de futuro de BBVA sin contar con un discurso escrito, aunque sí con las principales líneas estratégicas muy estudiadas), González no pudo evitar referirse a la fallida opa en Italia.
BBVA ha intentado en tres ocasiones entrar por la puerta grande en este país. La primera con Unicredito, operación que fracaso. Era el año 2000. Hace justo un año lanzó una opa sobre BNL, en el que controlaba el 14,75% y era mayor accionista, pero volvió a fracasar. En noviembre, y tras sufrir un profundo cambio el sistema financiero italiano, que incluso llevó a nombrar a un nuevo al gobernador del Banco de Italia, BBVA volvió a tener una oportunidad que no llegó a cuajar. Era su última participación en un banco europeo.
González explicó que no compitió con Unipol en la oferta sobre BNL porque hubiese sido necesario realizar prácticas contrarias al código ético del banco e incluso ilegales. 'La opa sobre BNL no tuvo lugar porque no mejoramos una propuesta que había de otro competidor, porque no nos gustaron las prácticas que vimos en ese mercado, alejadas del código ético de este banco', subrayó. Y añadió que las críticas que se habían realizado a la forma de operar del banco sobre este operación (en referencia a CC OO) eran 'un insulto a la gestión de este banco. El fin no justifica los medios', declaró.
Y por primera vez fue más lejos en sus apreciaciones sobre el mercado italiano. '¿Hay que hacer algo ilegal para gestionar un banco? No, y por eso no lo hicimos', espetó, lo que provocó un entusiasmado aplauso de los asistentes a la junta. Pero el banquero reconoció que BBVA había tenido una segunda oportunidad en Italia. Pero en esta ocasión 'dijimos que no otra vez, en este caso por precio. No vamos a realizar una operación por tener un buen titular en presa'. Aunque González reconoció que en esta ocasión la postura del banco podía ser 'discutible'.
A pesar de haber perdido esta oportunidad, que ayudaría a BBVA a incrementar su capitalización y por lo tanto a hacerle menos opable, González afirmó que BBVA 'no es vulnerable, lo puedeo garantizar'.
El banquero volvió a insistir en el objetivo que ya expresó en la junta del año pasado. BBVA quiere estar entre los ocho o nueve primeros bancos del mundo. Aunque marcó sus propios parámetros: por rentabilidad, eficiencia y perfil de riesgo. A pesar de que el tamaño está en un segundo plano, la estrategia de BBVA es seguir buscando oportunidades en Estados Unidos, como insistió Goigolzarri, Asia y Europa.
Tres son las premisas para que las compras se hagan efectivas: que la operción sea transparente, que cree valor y que encaje en la estrategia del grupo.
Y es que según González, en BBVA puede que sea necesario que se tengan que hacer compras 'pero sólo con compras, sin hacer los deberes, no se alcanza el liderazgo'. Al igual que en la junta de un año antes, González no pudo evitar emocionarse en dos ocasiones. La primera nada más empezar la reunión y anunciar que el banco había ganado 3.806 millones, un 30,2% más, y repartirá un dividendo por acción de 0,531 euros, un 20,1% superior a 2004, y la cifra más alta de la historia del grupo.