_
_
_
_
'Telecos'

Una operación que era descartada hace tan sólo quince días

Eran cerca de las cinco de la tarde del pasado día 1. El ponente era César Alierta, presidente de Telefónica, y el motivo de su explicación, la tradicional conferencia telefónica posterior a la presentación de resultados. La compañía acababa de anunciar la puesta en venta de TPI, pero los analistas estaban más interesados en otra operación: la recompra de Móviles. En la República Checa, Cesky había adelantado la fusión con su filial celular y el mercado se preguntaba si en España se haría lo mismo.

'No trabajamos con presentaciones de Power Point, sino con la realidad, y los hechos son que los negocios por separado van bien y dan buenas cifras', explicó Alierta. Y añadió: 'Estoy contento con el nivel de cotización de las filiales de Telefónica'.

Quince días después esta afirmación ha dejado de ser cierta. Es verdad que Alierta eludió el no rotundo, pero en esta declaración y otras que han hecho él o altos ejecutivos de Telefónica quedaba patente la negativa.

El mercado, sin embargo, nunca llegó a creerlo del todo, a pesar de los argumentos de que no se conseguirían más sinergias -Alierta se mostró satisfecho con las que ya se estaban logrando-, de que no habría beneficios fiscales adicionales y de que los gastos de mantener la cotización de Móviles no eran excesivos.

Estos argumentos pesan ahora en Telefónica, entre otras cosas porque no ha dado nuevas justificaciones financieras de la operación. Fuentes de la compañía han apelado más bien al plano operativo, con la afirmación de que la convergencia de tecnologías ha llegado y de que la posibilidad de dar ofertas que combinen fijo, televisión, internet y móvil es más fácil si no hay filiales cotizadas.

También será más sencillo, añaden, la gestión del grupo y de las sinergias si Telefónica Móviles y O2 están al mismo nivel, aunque niegan que vaya a haber una integración entre ellas.

O2 y Terra fueron los preludios

No es la primera vez que Telefónica niega una operación que acaba haciendo al cabo de poco tiempo. La operadora también descartó varias veces la exclusión de cotización de Terra y terminó haciéndola, en una operación que igualmente despertó las críticas de los accionistas minoritarios.Pero quizá la negativa más sonada sea la de O2. En septiembre, en un encuentro con periodistas, Alierta dijo 'no' a la compra de la operadora, porque era 'demasiado grande'. Tampoco hubo que esperar mucho para ver el anuncio de su adquisición.

Más información

Archivado En

_
_