Volvo se apunta a la moda de los Coupé Cabrio

La firma pone a la venta un descapotable con techo duro

La nueva corriente de los descapotables de techo duro que se accionan mediante motor eléctrico con un simple botón de la consola cobra brío. Y es que a las virtudes propias de los modelos a cielo abierto añaden las ventajas -mayor seguridad, incluso ante robos, estanqueidad superior ante aguaceros y menor sonoridad de marcha, entre otras- que caracterizan a los modelos tipo cupé, en los que a menudo se basan.

Volvo ha tomado nota de todas estas premisas, estrenadas y perfeccionadas en modelos tan dispares como los Peugeot 206CC y 307 CC o el Mercedes SL, y las ha plasmado en su nueva creación convertible, el C70. A la ventea durante el primer semestre y con tarifas aún pendientes, el C70 conjuga multitud de rasgos y soluciones estéticas de los S40/V50 y del S60. En todo caso, su estampa presume de atractivo.

Con un habitáculo para que cuatro ocupantes viajen sin mayores estreches, disfruta de un completo compendio de seguridad, apartado que la firma nórdica ha cuidado con esmero. Así, por ejemplo, la inexistencia de un techo fijo ha sido contrarrestada con refuerzos y una compleja tecnología. Cuenta con un airbag (CI) montado en cada una de sus dos puertas, un nuevo tipo de bolsa salvavidas que mejora la protección contra impactos laterales que cuando se activa se infla hacia arriba y se desinfla poco a poco para proteger en mayor grado la cabeza. A estos airbag se añaden los cuatro delanteros habituales, así como el programa de estabilidad DSC.

La idea era lograr un vehículo que resultase fácil de conducir, firme y confortable. En todo caso, capacitado para digerir con solvencia los 220 CV -320 Nm de par máximo- de su mecánica más enérgica (versión T5 con turbocompresor). También se ofrecerá en 140 y 170 CV, así como con un turbodiésel de 2,4 litros y 180 CV que llegará algo después del lanzamiento.