Solbes y Montilla se niegan a abrir unilateralmente el mercado
El Gobierno español inició ayer en Bruselas su campaña para defender el blindaje del sector energético frente a las incursiones de compañías europeas. Madrid responde a las críticas comunitarias sobre su supuesto proteccionismo con un discurso sobre las asimetrías en el proceso de liberalización del mercado y la dependencia de España respecto al suministro energético. Bruselas no parece convencida por ninguno de los dos argumentos.
El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, y el ministro de Industria, José Montilla, destacaron ayer en Bruselas que España es una economía abierta, pero donde la dependencia energética hace que 'nuestra preocupación en ese sector sea mayor que en otros países'.
El Gobierno respondía así a las críticas que la Comisión Europea y otras capitales comunitarias están lanzando contra las tentaciones proteccionistas de Madrid frente a la oferta anunciada por la compañía alemana Eon para comprar Endesa.
La polémica coincide con los movimientos defensivos de París para frustrar la entrada en el mercado energético francés a la compañía italiana Enel y de Varsovia para impedir que el banco italiano Unicredito se haga con el control de la mayor parte del sector financiero polaco.
'España es totalmente favorable a la entrada de empresas extranjeras'
Los tres conflictos dividen a la Unión Europea cuando sólo falta una semana para la cumbre anual de líderes comunitarios sobre temas económicos. Pero los bandos no son nítidos ni homogéneos.
Polonia o España, países a los que se acusa de proteccionismo, defenderán en esa cumbre una ambiciosa liberalización del sector servicios. Italia, que se queja de las trabas a sus empresas, abortó el año pasado la opa del BBVA sobre el BNL y reclama ahora a Bruselas que eleve los aranceles en el sector del calzado para defender a su industria frente a la competencia china.
Sólo Francia parece no tener ninguna incoherencia: está en contra de la liberalización del sector servicios y de la privatización del sector energético, y a favor del blindaje de todos los sectores que puedan considerarse estratégicos y del incremento de aranceles para todas las importaciones potencialmente dañinas.
España, en cambio, se declara, según Solbes, 'absolutamente favorable a la entrada de empresas extranjeras'. 'Pero en el sector energético hay algunos elementos específicos', añadió el vicepresidente para justificar las medidas adoptadas por el Gobierno a raíz de la oferta de Eon. 'Primero, porque no hay una política energética común en la Unión Europea. En segundo lugar, porque es un sector que plantea problemas de suministro. Y por último, porque en Europa hay algunos mercados donde existe una integración vertical del sector y otros donde las empresas públicas dominantes impiden la entrada de otros competidores'.
La escasísima interconexión energética de España aumenta la justificación, según el Gobierno, para una vigilancia especial del sector.
Los argumentos españoles, sin embargo, no impresionan a la Comisión Europea, que ya los escuchó, y rechazó, cuando los Gobiernos de José María Aznar y de Silvio Berlusconi intentaron impedir en el año 2000 la entrada de æpermil;lectricité de France en sus respectivos mercados. En aquella ocasión, ni la CE ni el Tribunal europeo aceptaron como eximente el hecho de que EDF fuera de capital público ni que el mercado francés estuviese cerrado.
Ahora como entonces, Bruselas advierte que se opondrá a cualquier maniobra gubernamental para impedir una fusión autorizada por la CE. El departamento de Competencia mantiene, en concreto, una estrecha vigilancia sobre España para comprobar que el análisis de la Comisión Nacional de Energía sobre la opa de Eon no invade la jurisdicción comunitaria.
El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, también deploró ayer 'ciertas actitudes, ciertas decisiones y ciertas barreras que obstaculizan el funcionamiento del mercado interior'. 'Almunia cumple sus obligaciones como comisario', se limitó a constatar Solbes. Si ambos mantienen su posición, el conflicto entre Madrid y Bruselas resultará inevitable.
'Francia es de los países más liberales de Europa'
Francia es uno de los países acusados por Bruselas de proteccionismo en estos momentos. En cambio, para su presidente, Jacques Chirac, 'Francia es uno de los países más liberales de Europa', según declaró ayer en Berlín. Chirac recordó que su país recibe más inversión extranjera, en proporción al producto interior bruto, que Italia o Reino Unido.Tampoco España interpreta su oposición a la opa de Eon sobre Endesa como síntoma de proteccionismo. Lo que ocurre, según explicó ayer en Bruselas el ministro de Industria, José Montilla, es que 'el sector energético no debe analizarse sólo desde la óptica del mercado y de la competitividad, porque partimos de una falta de armonización y de reciprocidad'.