Los cambios en el sector eléctrico ¿mejoran algo?
Lo más destacable del Real Decreto-Ley 3/2006, de 24 de febrero, de reforma del mercado mayorista de electricidad, es su rapidez, en aplicarse y en cambiarse. Por un lado, varía de forma radical la operativa del mercado eléctrico y obliga a que se aplique en dos días. Realmente en uno sólo, ya que el mismo día de su publicación se dieron cuenta de que no tenía ni pies ni cabeza, y el Ministerio de Industria tuvo que cambiarlo de forma sustancial. Hemos tenido que esperar un año a que se publique y apruebe la lista de operadores dominantes, pero en dos días sí parece que se puede cambiar la forma de operar en el mercado eléctrico español. No es entendible este doble rasero.
Dicho esto, mi máxima admiración y enhorabuena a todo el equipo de OMEL y a su presidenta, María Luisa Huidobro, que han demostrado una profesionalidad y una valía excepcional por cambiar la operativa del mercado en un día y sin incidentes. Aún no entiendo la urgencia de la aplicación de esta medida que ha puesto en peligro el funcionamiento del mercado eléctrico, pero me sorprende que se haya aceptado como algo normal cuando en mi opinión no tiene explicación.
Dicen que el Gobierno, repentinamente, ha querido implantar medidas para eliminar el déficit de tarifa que llevamos padeciendo 14 meses. Desconozco la razón para estas prisas, pero ciertamente nunca es tarde si la dicha es buena. Pero... ¿es buena?
Estudiemos las implicaciones más claras:
Independientemente de que la casación sea anterior o posterior al perfeccionamiento de los contratos asimilados a bilaterales, el volumen de mercado disminuye de forma dramática, reduciendo la profundidad y la liquidez del mercado e incrementando su volatilidad. Todo esto es perfectamente calculable por los jugadores a priori.
El Gobierno se reserva el derecho a determinar el precio definitivo al que se reconocerán las adquisiciones de los contratos asimilados a bilaterales. Es decir, que el Gobierno decide una vez más.
La jefatura del Estado reconoce en el párrafo 6 del preámbulo del Real Decreto-Ley 3/2006 que 'la internalización del valor de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero en la formación de precios en el mercado mayorista de electricidad requiere reflejar esta situación minorando la remuneración de las unidades de generación afectadas...'.
Ello implica que el Gobierno ha mandado una señal clara a los generadores para que suban su precio estimado de casación en el importe de los derechos, ya que se lo va a reducir después. Antes teníamos dudas respecto a si los generadores incluían el valor de los derechos de emisión en el precio o no; ahora lo tenemos claro, gracias al Gobierno se incluye, por lo que el precio del pool va a subir en ese importe seguro. Si el precio impuesto por el Gobierno para los contratos asimilados a bilaterales es 42,35 euros / MWh (36, más 6 de garantía de potencia, más costes de servicios), deducimos que el precio del pool no bajará de 36 más el valor de los derechos de emisión, que rondará entre 10 y 20 euros / MWh dependiendo de la tecnología contaminante.
Otra pregunta que queda abierta es ¿adónde va ese dinero recaudado de los generadores por la disminución de los derechos de emisión?
Lo que está claro es que ese dinero lo va a pagar quien acuda al pool, es decir, los comercializadores, para quienes les recuerdo que mientras siga existiendo la tarifa, su precio máximo aceptable del pool rondará los 35-36 euros/MWh.
Una vez más se pone de manifiesto cómo las medidas intervencionistas del Gobierno sacuden con crueldad a las frágiles economías de los comercializadores independientes. Se va a seguir viendo un movimiento claro de clientes del maltrecho mercado libre al mercado regulado a tarifa, ya que las compañías que tengan mucho peso de demanda en el mercado libre van a verse expuestas a un pool muy volátil, por lo que preferirán pasarse al refugio de la distribución donde al menos percibirán 42,35 euros / MWh o lo que el Gobierno quiera.
Si antes el pool era un mercado controlado por los generadores donde los demandantes simplemente aceptaban un precio, ahora todavía más, ya que al ser un mercado mucho más pequeño, los generadores con una posición larga van a controlar el precio de este mercado. Se me ocurren un par de compañías que coincide que van a tener una posición neta larga en el nuevo pool y que en principio van a tener la posibilidad de marcar el precio marginal del nuevo mercado.
Resumiendo, no estoy seguro que la dicha sea buena.