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Automoción

Volkswagen descarta fabricar coches baratos en Martorell

Los recortes reinan en Seat y en su matriz, Volkswagen. El grupo alemán anunció ayer la puesta en marcha de un nuevo programa de racionalización

El presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, lanzó ayer al mismo tiempo un nuevo aviso y una señal de esperanza a su filial española Seat, 'la única sombra en la mejora general de las marcas de VW' y donde el 'masivo incremento de pérdidas operativas está forzando a medidas de reestructuración' que 'aún no han terminado'.

No habrá más despidos, eso sí, pero habrá que remodelar el área comercial y las redes para hacer más conocida la marca y los productos. Y es que el problema en Seat, según explicó el presidente de Audi, Martin Winterkorn, reside en que existe una 'diferencia abismal entre sus productos y la percepción de la marca que tienen los clientes'.

Pese a las críticas, en cualquier caso, Pischetsrieder se mostró esperanzado de la futura evolución de la compañía que preside Andreas Schleef. Respecto a los rumores de que el presidente de Seat, Schleef -de 62 años- va a abandonar prematuramente su puesto, Winterkorn aseguró que 'algún día se tendrá que retirar', aunque aún no es el caso.

Winterkorn, en cualquier caso, aseguro que 'no hay topes en el tiempo' para reflotar Seat. 'Podemos reestructurarla y encauzarla', dijo, y descartó que 'por el momento' la planta de Martorell fabrique modelos de Audi, un rumor que en los últimos meses ha circulado entre la plantilla. Además, Winterkorn rechazó que la marca tenga previsto volver a fabricar coches de un coste menor. 'æpermil;se no es el plan'. Seat registró pérdidas de 62 millones en 2005, las primeras en una década.

Volkswagen, incrementó el 60,7% su beneficio el pasado año hasta 1.100 millones, y logró facturar el 7,1% más hasta 95.268 millones. Sin embargo, el futuro no está garantizado 'Sin una reestructuración de las fábricas de VW en Alemania, es impensable la supervivencia'. El ejecutivo muniqués dibujó en todo momento un panorama algo desolador para la compañía. 'Varias de las plantas alemanas ya no son capaces de exportar en términos competitivos', sentenció y, por eso, la marca VW registró en 2005 un beneficio que 'apenas se sitúa por encima de la rentabilidad'. Estas circunstancias han llevado al consorcio a anunciar el despido de 20.000 personas durante los próximos tres años.

Pero el grupo va a ir más allá en su intento de salvar la compañía. Volkswagen reeditará el programa de recorte de costes ForMotion lanzado en 2004, que se llamara ForMotionPlus. Pischetsrieder rehusó facilitar detalles de este nuevo plan hasta que no esté completamente perfilado. El pasado año, ForMotion logró un recorte de costes de 3.500 millones, frente a los 3.100 millones previstos, y fue la gran causa de evitar las pérdidas. Y es que, 'pese al aumento de las ventas, Volkswagen sigue disponiendo de demasiada capacidad', afirmó Pischetsrieder. 'Seguimos estando insatisfechos con los resultados registrados en 2005', subrayó en varias ocasiones Pischetsrieder.

Para 2006, el ejecutivo se mostró extremadamente pesimista, al asegurar que no va a existir impulsos por parte de la economía ni de los tipos'. 'No esperemos que los mercados evolucionen de forma positiva, por eso, tenemos que construir un negocio sostenible que permita asegurar los puestos de trabajo incluso en tiempos de baja coyuntura'.

Volkswagen mantiene un objetivo de alcanzar en 2008 un beneficio bruto de 5.100 millones, 4.000 millones más sobre las ganancias registradas en 2004. El recorte de costes proporcionó al grupo una mejora del 54% en el beneficio operativo. El margen de beneficios después de impuestos se quedó en un exiguo 1,2%. En 2005, Volkswagen lanzó 16 vehículos nuevos, lo que permitió que sus ventas se incrementasen en un 3,2% hasta 5,24 millones de unidades.

El comité no se dejará escindir

Pischetsrieder rechazó que vaya a abandonar su puesto y negó que existan divisiones en el seno del consejo. 'El comité ejecutivo no se dejará escindir'. Pischetsrieder trató de despejar dudas acerca de la renovación de su contrato. 'Piëch apoya mi renovación, así que, por qué habría de retirarme?'.El ejecutivo respondía así a una entrevista concedida por el presidente del comité de vigilancia, Ferdinand Piëch, en la que afirmaba que no concebía que un presidente continuase en el cargo si la mitad del consejo no le apoya

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