Capital español para crear una gran aerolínea panafricana
Un gran avión Boeing 767 con la marca LAC-Bravo (Líneas Aéreas del Congo) grabada en su fuselaje aterrizó el sábado en el aeropuerto de Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. Procedía de Madrid. Era el vuelo inaugural de una nueva aerolínea propiedad del promotor turístico Herminio Gil y de tres constructores salmantinos, cuya aspiración última es resucitar el espíritu de lo que un día ya lejano fue Air África. Esta mítica compañía cubría rutas entre las principales capitales del centro del continente para establecer después conexiones con las grandes ciudades de Europa.
Aunque el proyecto hispano-congolés ha provocado en los sectores turístico y aéreo todo tipo de reacciones de incredulidad, la presencia del Boeing de LAC-Bravo en el destartalado aeropuerto de Kinshasa este fin de semana, ha otorgado una vía de crédito a la aventura. Ahora falta que el próximo día 1 de mayo la ruta entre Madrid y la capital del Congo entre en servicio con una frecuencia de tres días por semana.
El plan de negocio de Bravo no es descabellado. La escasez de vuelos en la zona y en las conexiones con Europa hacen que ahora el precio de los desplazamientos supere en todos los casos los 2.500 de euros. Los dueños de la empresa española están convencidos de que existe margen para volar a la zona con tarifas a partir de los 1.000 euros.
LAC-Bravo afirma tener una flota de seis aeronaves para conectar tres ciudades de Europa con las principales capitales de la zona a través del Congo
Herminio Gil, un controvertido promotor turístico que tuvo una participación protagonista en la creación de Viajes Halcón y de Air Madrid, asegura que 'crear una gran empresa aérea rentable en el centro de África es un proyecto que tiene unas enormes dificultades'. Junto a sus socios salmantinos está intentado construir la casa desde los cimientos y, con este fin, ya lleva casi un año trabajando sobre el terreno.
El primer paso ha sido crear la aerolínea Bravo con sede en Baleares. Bravo ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de la República Democrática del Congo para comenzar a operar varios aviones utilizando los derechos de vuelo de la que fue la compañía de bandera del país. Hace más de ocho años que LAC no tiene ni aviones ni actividad, aunque, por esas cosas que sólo pueden ocurrir en ciertas latitudes, todavía mantiene una plantilla de 1.200 personas que, por supuesto, no cobran un solo franco. Gil y sus socios se comprometieron a comprar hasta seis aviones para iniciar una operación que tiene como rutas estrella las que unirán Kinshasa con Madrid, Bruselas y París. La nueva empresa también tiene previsto hacer vuelos de conexión desde la capital del Congo a otras grandes urbes del África Central, como Johanesburgo, Nairobi, Lubumbashi o Kisangani. El Boeing 767 ha visitado su base de operaciones y Gil asegura que ya es propietario de cinco aparatos DC9, alguno de los cuales fue operado por Iberia durante años.
Pero el sueño español para resucitar Air África no es único en el mercado. Dos empresas de bandera europeas y otra de Sudáfrica están en el mismo proyecto y le ponen las cosas muy complicadas a Herminio Gil y a sus socios.