Caldera asegura que 'no hay retorno' en la Ley de Igualdad
La aplicación de la Ley de Igualdad es 'una vía de no retorno', señaló ayer el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, en el primero de los actos programados por el Gobierno con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El mensaje parece un aviso a los empresarios, que recibieron la norma con duras críticas.
Las empresas del Ibex 35 tienen en total 506 miembros de consejos de administración. De esta cifra, sólo 17 son mujeres, lo que supone aproximadamente el 3%. La futura Ley de Igualdad prevé estímulos a las grandes empresas para que este porcentaje se eleve hasta el 40% de aquí a cuatro años. Además se establece la obligatoriedad de negociar medidas y planes de igualdad en los convenios colectivos. Estos dos puntos son los que más rechazo han provocado entre los empresarios. Sin embargo, Caldera dejó claro ayer que estas protestas no llevarán al Gobierno a modificar el rumbo en esta materia.
Caldera advirtió a los empresarios que esta ley 'es una vía de no retorno' y que 'tendrán que aplicarla progresiva y moderadamente, pero aplicarla'. Caldera hizo estas declaraciones durante su intervención en el Foro 'Ellas deciden: Del derecho al voto a la democracia paritaria', organizado por el Ministerio de Trabajo y el Instituto de la Mujer. Pese a las protestas de la patronal, el ministro aseguró que el Ejecutivo pretende 'ayudar a las empresas y no perjudicarlas ni interferir en su gestión'.
En esta misma línea se manifestó el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien aseguró que 'habría que ir incluso más allá'. 'Si Noruega puede penalizar a las empresas que no tengan un 40% de mujeres en sus consejos, nosotros también deberíamos ser capaces', señaló Fernández Ordóñez, quien precisó que las sanciones del país nórdico han ido precedidas de estímulos similares a los que se aplicarán ahora en España.
Fernández Ordóñez destaca que la ayuda para dependencia estará exenta de tributación
El secretario de Estado explicó que los incentivos que se preparan (primar a las empresas más igualitarias en la concesión de contratos públicos y la creación de una marca empresarial de excelencia) no serán suficientes si no se remueven otras barreras para facilitar el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad tanto en el sector público como en el privado. Entre las medidas previstas para ello citó los nuevos incentivos en el tratamiento de la futura prestación de dependencia, que estará exenta de tributación fiscal.
La ministra francesa de Igualdad, Catherine Vautrin, ensalzó la nueva normativa española y explicó que en Francia se aplica desde hace un año una ley que persigue la igualdad salarial. El Gobierno galo evaluará la ley tras dos años y medio de aplicación y sancionará a las empresas que no estén negociando esa equiparación.
Amparo Moraleda, máxima ejecutiva de IBM en España, hizo una encendida defensa de las políticas de diversidad e igualdad en el seno de las compañías. En su opinión, 'ninguna empresa podrá ser líder si ve a la mujer como una carga en lugar de como una ventaja competitiva'.
La desigualdad de género es un problema que afecta a toda la UE, donde sólo el 32% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, según datos de Eurostat.