Las cajas ven en el nuevo IRPF un peor trato a las rentas salariales
La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) ha elaborado un documento crítico con la reforma del IRPF, en el que recalca que los contribuyentes con rentas del trabajo salen perjudicados respecto a quienes obtienen rendimientos del ahorro.
El informe, incluido en el nuevo número de Cuadernos de Información Económica que edita la fundación, critica lo que denomina la 'dualización' del impuesto o separación total del trato fiscal de las rentas del trabajo sobre las del ahorro. El anteproyecto de ley de reforma del IRPF, que el Gobierno aprobará el próximo viernes, establece para todos los instrumentos del ahorro un único tipo de gravamen (del 18%), con independencia de cómo se generen y la renta del ciudadano.
Esta nueva tributación del ahorro a tipo proporcional es, precisamente la que se critica desde Funcas, ya que los rendimientos del trabajo se gravan, en cambio, de forma progresiva en función de los ingresos del contribuyente. 'La dualización introduce un agravio para los rendimientos del trabajo y los retantes integrados en la base del impuesto', recalca Manuel Lagares, autor del informe y presidente de la comisión de expertos que encargó el anterior Gobierno del PP para realizar las reformas del IRPF de 1999 y 2002.
Lagares admite que llevar a todos los rendimientos del ahorro a un gravamen único del 18% 'simplifica el impuesto' pero 'se pierde neutralidad en algunos aspectos' como el trato de los dividendos. 'Los dividendos no son, de por sí, homogéneos con los restantes rendimientos del ahorro y ganancias del capital, porque han soportado previamente el impuesto sobre sociedades'.
El impuesto 'gana en simplicidad, pero pierde en neutralidad para el ahorro'
Lagares advierte también que la reforma del IRPF no garantiza que nadie pierda, 'una de las premisas llevadas a cabo' en anteriores reformas. 'Entre los perdedores con el nuevo texto estarán probablemente quienes tengan una familia y se sitúen en tramos medios de renta (por el nuevo juego de los mínimos personales y familiares) y los que reciban dividendos gravados por el impuesto de sociedades', añade. Lagares insiste en que 'el trato menos beneficioso y, en ocasiones negativo, resulta muy visible en declaraciones que se presenten de forma conjunta y en un elevado número de hijos'. Así, destaca que las declaraciones conjuntas, con o sin hijos, 'recibirán en todos los casos un trato peor para ingresos entre 22.000 y 61.000 euros anuales.
Otras veces puede ocurrir que el perjuicio se produzca por que la menor carga para las rentas del trabajo que conlleva la reforma no compense el alza del gravamen que se aplicará a las plusvalías (se eleva del 15% al 18% con carácter general). El Gobierno prevé, no obstante, que el 95% de los contribuyentes salgan beneficiados.
La rebaja se diluye con la inflación acumulada
Otro de los aspectos en los que incide el profesor Lagares es en el beneficio para el contribuyente de la rebaja del IRPF. En su opinión, la reforma 'se limita a actualizar' las reducciones actuales por rentas del trabajo y número de hijos. 'La revisión de las cuantías, sus límites de aplicación y su tope máximo es inferior a lo que correspondería por la mera inflación acumulada, desde su anterior revisión', señala. Esta es, precisamente la misma crítica que gran parte de los fiscalistas hicieron también al ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro hace varios años cuando se negaba a deflactar la tarifa del IRPF (corregirla en función de la variación del IPC).