Seat profundiza en los cambios comerciales y nombra dos ejecutivos
Seat avanza en la reordenación del departamento comercial de la compañía, con el nombramiento de dos nuevos cargos. La filial de Volkswagen prevé recuperar ventas en los mercados europeos tras potenciar la dirección de ventas. Así, la compañía anunció el viernes la designación de Jörn Hinrichs nuevo director de marketing, que vuelve a Seat después de tres años y medio en la matriz alemana.
El actual presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, se llevó a Alemania a Jörn Hinrichs cuando abandonó el máximo cargo en Seat, en abril de 2002. La compañía automovilística también nombró director de desarrollo de la red comercial y ventas directas a Francisco Pérez Salinas, que hasta el momento ejercía como director de los concesionarios propios en Europa de Fiat, el mismo grupo en el que trabajó hasta diciembre pasado el vicepresidente comercial de Seat, Giuseppe Tartaglione.
Precisamente, el nombramiento de Tartaglione fue el detonante de todos estos cambios, en plena negociación del expediente de regulación, que afectó finalmente 660 empleados. El presidente de Seat, Andreas Schleef, reconoció en la reciente presentación de resultados de 2005 que la compañía se había planteado como principal reto para el presente ejercicio la reactivación de las ventas en Europa, donde vende más del 80% de la producción de la factoría de Martorell (Barcelona). Seat comercializó 271.000 vehículos durante el año pasado en los mercados de la Unión Europea (UE), un 7,6% menos que en el ejercicio anterior. Mientras, las ventas en España aumentaron un ligero 0,6%.
Seat prevé incrementar las ventas con una mayor presión comercial, pero sin utilizar la red de Audi, la marca de Volkswagen a la que pertenece. Los sindicatos han criticado la escasa implicación de la marca deportiva del consorcio alemán con Seat, pero la filial española prevé aumentar la cuota en los principales mercados europeos con su propia red.
La importancia de la actividad comercial sobre la de producción se constata con la posibilidad de que Tartaglione sustituya a Schleef en la presidencia de Seat, que ha quedado marcado por los malos resultados de 2005 (aunque ha accedido recientemente a un puesto en el consejo de administración). Seat perdió 62,51 millones en 2005 y prevé volver a los beneficios antes de 2008. Para conseguirlo, ha iniciado un plan trienal para reducir gastos para aumentar los ingresos en 500 millones. También pretende aumentar la gama de productos Seat, con modelos fabricados en Martorell y en otras plantas del consorcio.