Las madres rehúyen discutir con sus hijos por la comida
Las madres sospechan que la alimentación de sus hijos no es saludable, y piden ayuda para cambiarla, porque no se atreven a discutir con sus vástagos. Son las conclusiones de un estudio realizado por Eroski en colaboración con la Fundación Dieta Mediterránea, en el que han participado 300 familias españolas con niños entre cinco y trece años.
Según el informe, las madres se ocupan mucho más que los padres de este aspecto de la educación de los hijos, pero están condicionadas por el poco tiempo que pasan con ellos. Helena Figuerola, directora de PAC, la agencia que ha elaborado el estudio, explicaba ayer al presentarlo que 'quieren que las quieran, estar tranquilas, y evitan darles alimentos que socialmente se consideran poco atractivos al paladar'.
La verdura es la asignatura pendiente de las familias españolas. La dieta mediterránea recomienda dos o tres raciones diarias, objetivo que solo cumple el 4% de las familias encuestadas. En cuanto a la fruta, 'falta hábito entre los padres', señala el informe, 'y predominan alternativas más placenteras, como los zumos'. El pescado aprueba, aunque se consuma 'de baja calidad, precongelado', como dice Figuerola.
La parte cualitativa del informe consistió en un grupo de discusión de 10 madres entre 30 y 45 años, que reconocieron optar por productos ricos en hidratos de carbono, como arroz, patatas y pasta, o en proteínas, como carne, huevos y lácteos. 'Muchas se remitían al menú del colegio como compensación', añadió Figuerola.
Para luchar contra esa impotencia, las madres encuestadas 'piden ayuda externa'. Dado el 'bombardeo' de comidas semipreparadas ricas en hidratos, Figuerola sugirió que se comercialicen alternativas como 'tarrinas de fruta pelada, con muchos colores, atractivas a los ojos de los niños'.
La mitad de las madres denuncia también la falta de información sobre las propiedades de los alimentos. Rubén Sánchez, de la asociación de consumidores Facua, señala a la publicidad como causante de esa situación. 'Se vende en exceso que un producto es equilibrado y nutritivo, cuando eso no es verdad. Si se promociona una pasta con verduras, aunque tenga verdura, al final lo que atrae es la pasta'. Sánchez pide mayor regulación.