Telefonía móvil en la estantería del supermercado
La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones parece decidida a fomentar la competencia en el sector de la telefonía móvil de nuestro país. Con ese fin, recientemente ha anunciado que obligará a las grandes operadoras en España Movistar, Vodafone y Amena¦mdash; a permitir a terceros que utilicen sus redes para ofrecer servicios de telefonía móvil.
Algunas empresas ya han mostrado su interés en aprovechar esta circunstancia para convertirse en operadores móviles virtuales (MVNO). Así, El Corte Inglés y Carrefour, dos grandes de la distribución que hasta hora se han limitado a vender terminales móviles y ofertas de las tres operadoras, podrían comercializar servicios de telefonía móvil bajo su propia marca, como Virgin Mobile lleva ya haciendo algunos años.
Hasta ahora, las grandes operadoras de telefonía móvil en nuestro país se habían resistido a la entrada de MVNO por temor a una rebaja de los precios y un descenso de sus beneficios de los tres grupos, alegando que ya habían llevado a cabo una considerable reducción de las tarifas. Sin embargo, la introducción de los MVNO no perjudica necesariamente a los operadores ya establecidos. En algunos países, incluso han llegado a incrementar sus ingresos llegando a clientes hasta entonces no interesados en su oferta. Y es que los acuerdos con MVNO permiten introducir los servicios de telefonía móvil en nichos de negocio gracias a su especialización en perfiles de clientes, contenidos y zonas geográficas.
En realidad, los resultados de la entrada de los MVNO en un país dependen de la regulación establecida respecto a precio, nivel de servicio y tipo de servicio. Mientras algunos países optan por regular los precios a los que los operadores de red venden minutos a los MVNO, otros prefieren que sean ambos operadores quienes fijen la tarifa. Esta segunda opción es la más extendida en Europa, y es también la escogida por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). De esta manera, en España la negociación deberá realizarse en base individual con cada nuevo operador que pretenda prestar sus servicios. Sólo en el caso de que no se llegue a un acuerdo una estrategia que los operadores con red podrían utilizar para disuadir a los nuevos actores de su entrada¦mdash; la CMT intervendrá. Y ya han anunciado que su intención es que el plazo no se demore más de cuatro meses.
Con toda probabilidad, los MVNO se convertirán en un canal más de venta para las operadoras principales de nuestro país. En el caso de El Corte Inglés, por ejemplo, este nuevo medio de venta puede suponer un incremento del tráfico gracias a la posibilidad de estos grandes almacenes de vender numerosos servicios asociados. De esta manera, El Corte Inglés podría convertirse en un ¢re-intermediario¢ y vender sus minutos de telefonía a otros proveedores interesados en comercializar, por ejemplo, música a través de la red telefónica móvil. No en vano, El Corte Inglés es un gran distribuidor discográfico. ¿Por qué no convertirse en un distribuidor a través del canal móvil también? El Corte Inglés es además uno de los principales vendedores de viajes. Por ello, el distribuidor podría incluir en sus paquetes vacacionales un servicio de roaming para que el cliente pudiese llamar desde el país al que se desplaza, u ofrecer tarifas especiales para el envío y recepción internacional de mensajes de texto.
En definitiva, está claro que esta solución favorece a operadoras establecidas y nuevos entrantes. Las primeras se benefician del aumento de clientes interesados en la telefonía móvil y nuevos servicios asociados. Los segundos, por su parte, amplían su oferta a unos usuarios acostumbrados a obtener cualquier servicio en estos grandes distribuidores. Y ganan también los clientes, sobre todo en capacidad de elección, porque la telefonía móvil deja su categoría de commodity en la que el proveedor tenía escasa o ninguna importancia¦mdash; para convertirse en un producto más que escoger en la estantería del supermercado.