Sindicatos e Industria tratan de equilibrar el nuevo Plan del Carbón 2006-2012
Los sindicatos CC OO y UGT y el Ministerio de Industria buscaron ayer una fórmula para equilibrar el nuevo Plan del Carbón 2006-2012, de forma que ninguna comunidad autónoma resulte perjudicada en el reparto de ayudas.
El secretario general de la Energía, Antonio Fernández Segura, y los representantes sindicales estudiaron factores de corrección en el reparto de los fondos mineros para evitar que Castilla y León, Aragón y Cataluña perciban menos dinero para infraestructuras que con el anterior Plan 1998-2005. Este punto resulta decisivo para la firma del acuerdo final tras trece meses de negociaciones. Al cierre de esta edición, las partes seguían reunidas en la sede de Industria.
Según lo pactado hasta ahora, el Plan contempla 2.880 millones de euros para la reactivación de las comarcas mineras afectadas por la reordenación del sector. Hasta 2007 se destinarán, de forma anual, 250 millones a infraestructuras, 150 millones a proyectos empresariales, 40 millones a formación y 10 millones más a creación de nuevas empresas. A estas cifras hay que añadir otros 12 millones de euros para financiar un Plan de seguridad en el sector.
A la hora de repartir los fondos, se tendrá en cuenta el empleo perdido en cada región durante la aplicación del anterior Plan, el que se perderá con el actual y la tasa de paro existente en cada zona. El primer elemento tendrá un peso del 20% en el reparto, el segundo del 70% y el tercero del 10%.
A su vez, los municipios se han clasificado como 'mineros' (unas 80 localidades), que recibirán el 100% de las subvenciones a fondo perdido; 'limítrofes', con el 50% de las ayudas a fondo perdido; y 'otros' (donde se incluyen ciudades como Oviedo, Gijón y Avilés), donde el porcentaje a fondo perdido será del 25%.
Por su parte, la producción de la minería del carbón se situará en 9,2 millones de toneladas en 2012. La reducción será de 1,6 millones de toneladas en los dos primeros años, de forma que la producción se situé en 10,47 millones a finales de 2007. En el último trimestre de ese año se decidirá cómo se recortará la producción de 2008 a 2012.
En el ámbito laboral, el Plan supondrá una disminución del empleo en el sector de unos 3.000 trabajadores, frente a los más de 14.000 empleos que destruyeron con el Plan anterior. Los recortes de plantilla se producirán a través de prejubilaciones a los 52 años equivalentes (edad real multiplicada por un coeficiente variable en función de la penosidad del trabajo) y de bajas indemnizadas con hasta 60.000 euros en el caso de empresas que cierren.
Para compensar, los sindicatos y el Ministerio de Industria acordaron recolocaciones en el sector que beneficiarán a 520 empleados, así como un total de 1.700 altas, que se producirán con prioridad para los trabajadores excedentes del Plan, frente a subcontratas y trabajadores externos. En general, las altas previstas serán de unos cuatro empleados por cada nueve prejubilados.
Los proyectos de reactivación se decidirán en comisiones territoriales, en las que participarán los sindicatos. En los proyectos en los que no alcancen un consenso, la última palabra la tendrá la Administración.