Fomento y Madrid pactan la construcción de la R-1 pero no la M-50
La reunión que ayer mantuvieron al más alto nivel el Ministerio de Fomento con el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, con mesa y mantel de por medio, concluyó, por primera vez en mucho tiempo, con más acuerdos que desencuentros.
Al término de la misma, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, explicó que el Departamento que dirige Magdalena Álvarez se ha comprometido a hacerse cargo de la construcción de la nueva autopista de peaje radial 1 (R-1) y a asumir como suyo, si así lo considera pertinente, el estudio de impacto ambiental que sobre esta infraestructura había encargado ya la Comunidad de Madrid. 'Nosotros aceptamos que lo hagan ellos, pero exigiremos siempre que sea con plazos concretos, nunca sin saber cuándo estará acabada'.
Aguirre recordó que ya está en información pública el proyecto para prolongar la R-3 que ahora sólo llega a Arganda, hasta Tarancón. Además de esta carretera, otro de los proyectos que generaba enfrentamientos entre ambas administraciones era el cierre norte de la carretera de circunvalación M-50, sobre el que ayer no pudo cerrarse el consenso.
Por ello, el Gobierno regional anunció ayer que seguirá adelante con su proyecto de cerrar esa circunvalación, que será de peaje, sin dañar el ecosistema del monte El Pardo. Asimismo, Madrid asumirá la transferencia de la M-40, tal y como le propuso Fomento.
Conexiones ferroviarias
Ambas políticas acordaron que el Metro a la nueva terminal T4 de Barajas lo lleve a cabo la Comunidad de Madrid. Desde el Gobierno regional se insiste en que estará listo en el año 2007. Por último, Fomento pidió al Ejecutivo autonómico que siga reservando suelo para el futuro aeropuerto de Campo Real, situado a las afueras de la capital.
La presidenta 'echa la culpa' a la tarta de obleas
El almuerzo de ayer había estado precedido de duras acusaciones entre los máximos responsables del Ministerio y del Gobierno regional. Desde Fomento acusaban a Madrid de querer confundir a los ciudadanos sobre qué administración tiene competencias para llevar a cabo determinadas infraestructuras y desde la Puerta del Sol se aseguraba que el Ministerio trataba de manera desigual a los madrileños frente a los ciudadanos de otras comunidades. Pero llegó la hora del encuentro, sin luz ni taquígrafos, y a los postres, la tarta de obleas hizo el milagro. Fue Esperanza Aguirre quien contó a los periodistas que le había encantado el detalle de su anfitriona de ofrecerle el mismo postre que habían degustado en Sol en mayo pasado. 'Es un acto de cortesía que le honra. Y es que en lo personal nunca hemos tenido problemas', aclaró.