Los empresarios creen que la universidad está 'agotada'
Más del 80% de las empresas españolas no ha recurrido nunca a las universidades españolas para desarrollar proyectos de investigación. Y aunque España aporta ya el 2,8% del total mundial de publicaciones científicas, el número de empresas innovadoras que colaboran con las universidades ha disminuido en el último año.
Sirvan estos datos como ejemplo de la falta de entendimiento que existe entre la universidad y las empresas españolas. Aún hay más. Según un informe sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) a partir de las respuestas de 400 empresas, la institución universitaria ocupa el noveno lugar entre diez proveedores de formación. También asegura que el 60% de las empresas no cree estar comprometida con un modelo de universidad como motor de desarrollo. Pero también consideran que las posibilidades del actual sistema universitario para contribuir a las necesidades del sistema productivo y al desarrollo económico de España presentan 'un relativo agotamiento'.
Para intentar aliviar ese estancamiento, el presidente del comité ejecutivo de la Fundación CYD y presidente de Indra, Javier Monzón, señaló ayer durante la presentación a la prensa del informe que es necesario establecer un nuevo 'marco legal general de mínimos que permita una flexibilidad para que cada universidad tenga un modelo propio, ya que la excesiva uniformidad impide la iniciativa'. También señaló que es necesario que la gestión universitaria esté orientada al cumplimiento de objetivos y que la financiación esté vinculada a los resultados y a cómo se cumplen, con el fin de crear unos incentivos en el sistema.
Monzón destacó la labor de la universidad en la sociedad del conocimiento, pero señaló que presenta carencias muy relevantes en la transferencia de tecnología y que las causas no sólo se deben a factores culturales, sino también a elementos estructurales 'que no propician, e incluso dificultan, la transferencia de tecnología'.
Uno de los objetivos, explicó el coordinador del informe, Martí Parellada, es que las universidades tengan más autonomía en su gobierno, en la oferta de títulos, diversidad, más flexibilidad en la contratación y una mayor presencia de los empleadores en el diseño de la manera de impartir las titulaciones.
Más autonomía con la LOU, según Zapatero
La reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) otorgará más autonomía y más medios a las citadas instituciones. Así lo aseguró ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la presentación del Informe Ciencia y Desarrollo (CYD). 'Una mayor autonomía implica una mayor responsabilidad', así como más medios para desarrollar su labor. Esto les permitirá 'ser más flexibles' y dejar atrás 'algo de burocracia', 'facilitando al máximo' el acercamiento de las empresas a su conocimiento.En el mismo acto, la presidenta de Banesto y de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), Ana Patricia Botín, propuso que las universidades sean gobernadas con mayor autonomía, que tengan mayor capacidad para definir su propia oferta de títulos y un sistema de financiación por programas y objetivos, incorporando la cultura de rendición de cuentas a todos los niveles. 'El sistema universitario español necesita adecuar su modelo a las demandas y los retos actuales', teniendo como principios la 'apertura, calidad, excelencia, flexibilidad y diversidad', afirmó Botín. Señaló, además, que 'la diversidad entre universidades es sana' y abogó por 'incorporar la cultura de rendición de cuentas' al nuevo modelo universitario.De esta forma, la Fundación CYD propone dotar a las universidades de mayor capacidad para definir su oferta de títulos, así como de un sistema de financiación por objetivos.