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CincoSentidos

El Festival Flamenco se asienta en Nueva York

Colgado el cartel de 'no hay entradas' todas las noches

Vicente Amigo sonreía con algo de timidez al público cruzando los brazos sobre su guitarra mientras el público aplaudía. Fue el sábado pasado cuando, mientras caía una impresionante nevada sobre Nueva York, el cordobés llenó de música con su guitarra el escenario del Town Hall de Nueva York. Su actuación acabó con el público puesto en pie. Entre la audiencia estaba el también guitarrista de jazz Pat Metheny, que dijo a un emocionado Amigo que había sido 'uno de los mejores conciertos de su vida'.

La actuación de este virtuoso fue una de las más esperadas de la sexta edición del Festival Flamenco, que empezó el 3 de febrero y ayer se clausuró con la actuación de la compañía Antonio el Pipa, una muestra de música y danza que ha colgado todos los días el cartel de 'no hay entradas' en la taquilla. 'Estamos muy contentos porque el festival crece y se asienta. Las entradas llevan vendidas desde hace tiempo', asegura su director y productor, Miguel Marín, quien afirma que el público de Nueva York es muy exigente y supone una prueba importante para esta muestra.

Aunque con pocos años, el festival se ha hecho tradicional en el invierno neoyorquino, y su madurez sobre los escenarios de la ciudad ha dado alas para que se amplíe a los de Washington DC, Boston, Chicago, Londres y, por primera vez, Canadá.

Además también ha conquistado uno de los más bellos y nuevos de Nueva York, el del Jazz at Lincoln Center, un teatro construido en la nueva sede de Time Warner y concebido por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly. El fondo del escenario es una imponente cristalera sobre el Central Park. Durante su actuación, el cantaor Miguel Poveda se daba de vez en cuando la vuelta para mirar. 'De ahí detrás sale mucha magia', dijo sonriendo al público.

La audiencia ha respondido y también lo ha hecho la crítica. The New York Times dijo de Soledad Barrio que bailó 'como si estuviera poseída del espíritu gitano' y 'lanzó al aire la esencia del flamenco'. Con Cristina Hoyos tituló: 'La reina del flamenco hace una visita real'.

Hoyos, que trajo su espectáculo Viaje al Sur con el Ballet Flamenco de Andalucía (lastrado por la pérdida de equipajes en la T4), comenzaba la actuación sentada sobre una maleta y recitando versos de Luis Cernuda. Serena y haciendo suyo el teatro desde esta primera toma, la bailaora, iba introduciendo los tres actos en los que se divide esta actuación y que celebran el juego, la tragedia y la fiesta, esta última con la música de Gracias a la vida, de Violeta Parra, que ella misma declamó, y el Corazón partío, de Alejandro Sanz. Uno de sus bailarines, Juan José Jaén, El Junco, cosechó los mayores vítores del estreno.

El festival ha querido también acercar el flamenco a otros foros culturales. Además de encuentros y charlas con artistas como Hoyos y Poveda en la sede del Instituto Cervantes, antes de las actuaciones se ha enseñado al públicocómo se tocan las castañuelas o cuestiones básicas de flamenco. 'Estaba siempre lleno', subrayan.

Adicionalmente, algunos de los artistas se han acercado a los colegios para dar a conocer a los estudiantes lo que este arte significa y algunos estudiantes han tenido la oportunidad de ir a los teatros en las jornadas de matiné para ver 'qué es eso del duende del que habían oído hablar', explica Marín.

Plataforma del turismo de Andalucía

Del todo vendido al todos invitados. La velada del martes, en la que Cristina Hoyos presentaba en Nueva York su Viaje al Sur, fue un evento especial para el patrocinador del festival, la Junta de Andalucía y la Consejería de Turismo. Este departamento invitó a agencias de viajes, touroperadores y autoridades para presenciar esta actuación, de la que fue madrina la actriz Melanie Griffith, esposa de Antonio Banderas. Acompañada del consejero de Turismo, Paulino Plata, la actriz dijo que Andalucía es uno de los lugares más bonitos del mundo, su segunda casa, y 'tienen que ir a conocerlo. 'Si vienen a Málaga les invitamos a cenar', llegó a decir.Para la consejería éste fue el acto más importante de una campaña promocional que es visible en todas las marquesinas de la ciudad, en las que hay carteles que invitan a un Andalusian affair (un asunto romántico con Andalucía).El festival, con un presupuesto que ronda 1,6 millones de euros, ha sido una plataforma para el turismo andaluz y desde su organización se espera que lo sea también para las empresas españolas en el futuro. Su director, Miguel Marín, que ha contado con el apoyo del Ministerio de Cultura, el Instituto Cervantes y el centro Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, entre otros, confía en que haya cada vez más patrocinio privado 'para este espectáculo que tanto se identifica con España'.

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